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divendres, 14 de novembre del 2014

SUGARHILL GANG: pioneros del hip hop

En realidad, Sugarhill Gang son un invento de SYLVIA ROBINSON, propietaria junto a su marido JOE del sello SUGAR HILL RECORDS. Sylvia es una mala de película de la historia de la música, como Berry Gordy o Ahmet Ertegun. Los tres, al frente de sus sellos (Motown y Atlantic los dos últimos) vieron la mina de géneros musicales en ciernes y quisieron acicalarla , empaquetarla y venderla a las masas. Géneros novedosos, accesibles, con gancho, que venían a revolucionar la escena del pop del momento y que estos jerifaltes ayudaron a configurar con sus imposiciones y su puro egoísmo empresarial. A cambio de dar cobertura a artistas que a lo mejor no hubieran tenido la oportunidad de ver la luz del día y de hacer evolucionar la música ellos sólo pedían quedarse con tu dinero, tu nombre y tu alma. Que se lo digan a Ruth Brown, los Jackson Five, los Funk Brothers y tantos otros. Pues eso, que detrás del parto discográfico del hip hop hubo malas artes, puro cálculo empresarial y, también, de forma inevitable puro arte callejero sin apenas refinar.

Sugar Hill Gang. fuente: http://www.blackouthiphop.com/sugar-hill-gang-working-first-album-in-over-decade-will-be-featured-in-new-documentary/
Todo fue fruto de una casualidad. El hip hop había nacido a principios de los 70 en South Bronx, auspiciado por inmigrantes caribeños como Kool Herc o Afrika Bambaataa. Leí por Internet hace años que en los inmensos barrios negros neoyorquinos no había infraestrutura lúdica en relación con la música. Los clubes y las discotecas cerraban sus puertas a los jóvenes negros de extracción humilde. Empezaron a montarse fiestas callejeras, en pistas de deporte, en parques, aprovechando la iluminación pública, en las que se usaban potentes equipos de sonido, y en los que se experimentó intuitivamente con los breakbeats y el rapping. Paralelamente aparecieron el grafitti y el break-dance, como expresiones culturales espontáneas de un mundo urbano en el que sus habitantes eran completamente privados de una mínima calidad de vida. De ahí que esa cultura urbana estuviera hecha como de retales. "Nos dejáis parques llenos de suciedad, callejones húmedos, solares con paredes desconchadas, y avenidas que sólo se pueden cruzar por viaductos o pasos subterráneos con olor a meados. Aún así hemos sido capaces de inventarnos una nueva pintura, una nueva danza, una nueva literatura, una nueva música, en suma, una nueva belleza, por acumulación y subsiguiente depuración de lo poco que nos habéis enseñado en la escuela pública y de nuestra riquísima tradición oral", podían decir. Esta nueva estética era tan minimalista, tan esencial y, por ello, tan comprensible que en los últimos 30 o 40 años invadió el imaginario de otras barriadas inclementes en los cuatro puntos cardinales del globo. Era lógico que surgiera en los EE.UU., campo experimental del capitalismo durante los últimos 100 años y donde surgieron las "banlieus" antes que en ninguna parte.

Estábamos en que el primer tema de hip hop de la historia es fruto como de una traición o un falseamiento. Tenemos a una protagonista, Sylvia Robinson. Sería la inductora material del "crimen". JOEY ROBINSON JR, o sea, el hijo de los dueños de Sugar Hill Records, sería el inductor intelectual del mismo, pues fue por su consejo que su madre fue a la caza de un artista de hip hop. Su postura era la del melómano, la del enamorado de la cultura juvenil que veía hervir en las calles y que quería ayudar a sacar a la luz. Nos falta el autor material. Fue un chico del Bronx, Henry Jackson, nacido en 1956. Se le conocería como BIG BANK HANK.

Hay otras versiones del asunto. En http://censorshipinamerica.wordpress.com/2011/01/04/jan-5-1980-the-sugarhill-gangs-rappers-delight-becomes-hip-hops-first-top-40-hit/ dicen que fue Sylvia la que descubrió por sí misma el hip hop cuando, en un club, vio a un MC rapeando sobre una base musical. Quiso hacerse con un artista del género y encargó a Joey que echara mano de su agenda para encontrar a alguien. Joey conocía a Big Bank Hank y le ofreció el proyecto de grabar un disco. Unió al mismo a otros dos rappers del vecindario de Englewood. Esta versión tiene menos encanto que la anterior y por eso a lo mejor no ha circulado tanto por los mentideros musicales.

Henry Jackson coincidió en el instituto con gente como Kool Herc y Coke la Rock, pioneros del género (http://www.rollingstone.com/music/news/sugarhill-gang-rapper-big-bank-hank-dead-at-57-20141111). Se licenció en Oceanografía y, al no encontrar ocupación en lo suyo acabó trabajando en una pizzería. Compaginaba esta actividad con ser portero en un club. Allí conoció a otro de los pioneros del hip hop, GRANDMASTER CAZ. Se convirtió en mánager del grupo del músico, THE MIGHTY FORCE. Se desempeñó tan bien en el restaurante que los dueños le convirtieron en encargado de un establecimiento nuevo abierto en Englewood, Nueva Jersey. Sus labores como mánager se prolongaron con THE COLD CRUSH BROTHERS, siguiente agrupación de Caz.

El género estaba en boca de todos. Sylvia Robinson salió a la búsqueda de un fichaje y ser la primera en alumbrar esa música tan novedosa. Su método no fue muy ortodoxo: mientras se paseaba con su coche por Englewood oyó rapear a Hank. Le preguntó si quería hacer una audición. Ni corto ni perezoso Hank fue y le pidió prestada a Caz la libreta donde anotaba las rimas. Caz, buen tío, imaginó que su mánager acabaría haciendo algo por él. Pero fue justo lo contrario. Fue Hank quien hizo la audición para Sylvia, que tuvo lugar en la parte de atrás del coche de la empresaria. Allí, a la vista de todo el barrio.

El revuelo atrajo a dos raperos aficionados, WONDER MIKE y MASTER GEE. Los tres se presentaron en la casa de Sylvia y del trabajo de una noche de grabación surgió.. ta-chan, "Rappers delight". No era más que la base musical de "Good times", de Chic, con algún efecto y los versos de los tres raperos. Así de simple y escandaloso.

El resultado, en cambio, tuvo una repercusión instantánea a nivel mundial. Era una canción irresistible: las voces despreocupadas, llenas de chulería y autenticidad, con ese fraseo entre sexy y guasón, encima de una base musical explosiva, el "Le freak" que es por derecho propio una de las mejores canciones de baile de la historia. El flechazo con el gran público fue instantáneo pero el arrobamiento, fugaz; en cambio, el flechazo con los aficionados auténticos devino en amor verdadero, el que dura toda una vida. El género, el hip hop, había nacido y aunque a mí me pilló siendo una niñita, unos años más tarde, con el "Beat street", mi bautismo auditivo con el hip hop, decidí raudamente, con 11 o 12 años, que este nuevo estilo era mi favorito. Y así lo ha sido hasta hoy.

En la letra de la canción vemos desplegada parte de las obsesiones y temas habituales del género. Algunos de ellos se han mantenido imperturbables, fuertes y bien hasta ahora: la parte de Hank es una enumeración de las riquezas que posee, y es un pavoneo constante: tiene dos guardaespaldas, dos coches, una casa con piscina y se lleva a las chicas de calle, que para eso le llaman Casanova. Los otros dos, más humildes, hacen juegos de palabras imposibles con los que animan a bailar al personal. Wonder Mike mete unas rimas de hermandad interracial en el baile, sólo unos años más tarde inconcebibles en la vertiente del género más callejera y "hardcore". Master Gee, creo, dice que entre otras cosas, su padre le enseñó a no dejar nunca que ningún MC le robara la libreta donde anota sus rimas. Se ve que el pobre Grandmaster Caz no tuvo tan buen asesor. Hank, sobrado y feliz, cuenta una fantasía relativa a él y a Lois Lane. Ella se enamora de él porque Superman, según Hank, no es más que un hada que va por ahí con los calzoncillos por fuera.

Es decir, el origen del bling-bling en el hip hop, que era realmente atosigante en la década del 2000, aunque instigado por Jay-Z, tenía su origen en el mismo origen del género: esos chicos pobres de barrios gueto no aspiraban ya a un mundo mejor para todos. El egoísmo y el materialismo no fue promovido por Reagan. "Rapper's delight" es de 1979.

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Henry 'Big Bank' Jackson, Guy 'Master Gee' O'Brian y Michael 'Wonder Mike' Wright de Sugarhill Gang fotografiados en 1980.
Anthony Barboza/Getty Image. fuente: http://www.billboard.com/articles/news/6281561/sugarhill-gang-rappers-delight-first-chart-appearance-anniversary

En 1980 sale publicado un primer LP del grupo, llamado como ellos, "Sugarhill Gang". En cuanto a la parte instrumental Sylvia, que hasta en eso tenía que parecerse a sus antecesores en Atlantic y Motown, se rodeó de excelentes músicos de sesión, que trabajaron en muchos de los discos que editó en aquellos años. Para su desgracia, de ella y de sus músicos, el concepto musical estaba cambiando a pasos agigantados en aquella época. Fue ella quien demostró precisamente con "Rapper's delight" que no hace falta pagar a instrumentistas para conseguir música irresistible. Entre esa experiencia y el advenimiento de músicos multitarea como Prince la era de los sesioneros excepcionales en la música negra estaba muy cerca de concluir. Cajas de ritmo, platos en los que mezclar las partes favoritos de varios discos para crear una base musical o para ser usados ellos mismos como un instrumento (scratching) y, la puntilla definitiva, el sampler, que Marley Marl introdujo como herramienta musical en 1984, y todos esos héroes anónimos responsables de la intensa sensualidad, del fragor y del calor de la mejor música negra desde los años 20 hasta los 70 acaban haciendo cola en las oficinas de desempleo antes de que Reagan hubiera concluido su segundo mandato. 

El tema que abre el LP, viniendo de quien viene, y siendo la continuación de un cañonazo tal que "Rapper's delight", es un auténtico jarro de agua fría: "Here I am" es un baladón blandito y lacrimógeno. La sorpresa es aún mayor porque Big Bank Hank se defiende mejor que bien como cantante de soul. Por alguna razón a Sylvia Robinson le pareció una idea excelente meter esta canción en el álbum, ponerla además como primer corte de la cara A y, para mayor desconcierto, sacarla como siguiente single, como continuador de uno de los temas más bailados y taraeados de la historia.

No pasa nada: una vez entramos en el LP nos reciben con sus mejores galas en la insuperable "Rapper's reprise (jam-jam)", una de las canciones de las mejores canciones de hip hop que he oído nunca. La productora da ahora la de arena, pues es ella la que escribe este cañonazo p-funk, en el que tenemos la inmensa suerte de escuchar a THE SEQUENCE, el primer grupo de hip hop femenino que fue grabado en disco. Fichadas por Sugar Hill Records, su primer single salió el mismo año del "Rapper's delight", o sea, en 1979. Era un trío de antiguas animadoras, que contaban en sus filas con CHERYL COOK, también conocida por CHERYL THE PEARL, que sería una de las mujeres de la casa discográfica, productora, compositora, cantante, rapera para sus proyectos y también para los de otros miembros de la "familia" Sugar Hill... Uno de esos talentos, a la postre sumidos en la penumbra, que reunió a su vera Sylvia Robinson en aquellos años.

"Bad news (don't bother me)" no es hip hop: es soul-funk, dulce y suave, como un cruce entre Marvin Gaye y Kool & The Gang. El trío demuestra competencia vocal, adiestrados en esas lides por Craig Derry, del que hablo más abajo. Convencional pero muy agradable.

Enseguida, antes de acabar el año, llega el segundo single del grupo y adelanto de un segundo LP. Estaba producido por JOEY ROBINSON JR y se trataba de "8th wonder", un excelente número con tanto groove como las mejores canciones de Kool & the Gang del momento. Toma prestado samples de "Ever ready", de Johnnie Taylor, y "Daisy lady", de 7th Wonder. La primera es un funk inspirado por el philly sound. Una miaja pasado de moda para el 1978 en que fue editado. Por su parte "Daisy lady" sí que es una muy sabrosa pieza de p-funk. El riff de teclado de "8th wonder" sale tal cual del tema, escrito y arreglado por el entonces miembro de los Commodors RONALD LA PREAD.. Lo que no toman prestado los productores lo escribe la ya mentada CHERYL COOK.

La letra no mejora el nivel de "Rapper's delight". Se limita a jalear al oyente, a animarle a bailar. El único que expone algo es Master G, que narra una horriblemente machista historia de ligoteo con una chica. En plan hustler le dice que si quiere salir con él tendrá que pagarle ella, como induciéndola a la prostitución y ofreciéndose él como su chulo. La falta de respeto a la mujer, sorpresa, sorpresa, no empezó en el hip hop con NWA. Por su parte, Big Bank Hank se desmiente a sí mismo y dice que pese a no tener diamantes ni coches caros la gente les jalea por las calles: les quieren por lo que son, no por lo que tienen.

No tuvo ni un cienmillonésima parte de la repercusión de "Rapper's delight". Sólo fue 82 en el Billboard. Injusto: es un temazo con, eso sí, una letra estúpida. ¿Tuvo la productora y patrona del trío algo que ver? En Europa, ajenos a la inanidad del texto y sensibles, en cambio, y estrictamente a la musicalidad de música y voces, por razones obvias, sí que se escuchó y se bailó mucho la canción, o eso dicen en el raquítico artículo que dedican al grupo en wikipedia.

En la cara B hay otro cañonazo, este sí decididamente p-funk, y que se debe por entero a músicos de estudio, que recrean esmeradamente las enseñanzas de George Clinton. La insólita guinda del pastel la pone el timbalero neoyorkino de origen puertorriqueño Tito Puente, sí, el mismo que tocó junto a Dizzy Gillespie, la Lupe y que triunfó durante décadas al frente de sus propios combos, tocando son, cha cha chá, mambo, salsa, jazz latino... El mismo que escribió el "Oye como va" que triunfara en el mercado pop con una vesión de Santana.

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Sugarhill Gang. fuente: https://fserrurier.wordpress.com/tag/2013/
1981 ve el alumbramiento de su segundo LP, "8th wonder". El single del mismo título, del año anterior, anticipaba el esplendoroso sonido que exhibirían en este álbum. Vale, estaban bajo el total control de Sylvia Robinson y no creo que tomaran prácticamente ninguna decisión al respecto, pero Sylvia y familia sabían lo que se hacía. El sonido del LP era 100% funk, con reminiscencias p-funk, pero también de Kool & the Gang o Jackson 5, es decir, lo más sabroso en negritud del día.

En "Funk box", canción que abría el LP, casi ni rapeaban. Se dedican a hacer armonías y a fé que no se les daba nada mal.

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Está claro que frente a al concepto low-cost de "Rapper's delight" Sylvia Robinson no quiso escatimar medios para que la continuidad discográfica de su proyecto llegara a buen puerto. El esfuerzo no tuvo recompensa, como sabemos ahora. Nadie ha querido reivindicar este legado lleno de calidad y aliento funk, y los intentos de la productora de integrar el hip hop dentro de la tradición musical negra, con músicos de carne y hueso y músicas del día, acabaron en un callejón sin salida. Sólo grupos como The Roots, ya en los 90, o The Coup, desde la década del 2000 quisieron ir por ese camino, que robaba el hip hop, y por extensión el urban, de las garras del PRODUCTOR, y lo intentaba devolver a los músicos. Tampoco ellos sembraron precedentes pero, al menos, obtuvieron repercusión y aprecio crítico. Más abajo me explayo acerca de los músicos que intervinieron en el LP y que constituyeron la banda de la casa Sugar Hill Records durante varios años.

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Podemos hacer un pequeño homenaje a los últimos de Filipinas que intervinieron en los disco de 1980 y 1981 de Sugarhill Gang. O eso intentaré. Internet, como sabemos, no es muy generoso con los obreros de la música. La oportunidad para tirar del hilo nos la ofrece "Here I am", primera canción del primer LP de la banda, o "Funk box", compuestas ambas colectivamente por los músicos de la banda de Sugar Hill Records.

Craig Derry. fuente: discogs.com
Está CRAIG DERRY, percusionista, cantante y compositor. Ha hecho de todo: corista para Mick Jagger o Michael Jackson; corista para la disco diva Martha Wash  (la cantante de potentísima voz que fuera alquilada sin acreditar en el "Ride on time" de Black Box); voz viril anónima tipo en un número garage house seminal de 1986 para un proyecto de Arthur Baker, RT & THE ROCKMEN UNLIMITED y un sinfín de delicias que se van desplegando ante el alborozo de nuestras papilas gustativas en su frondosa ficha de discogs.

En su web, www.craigderry.net, afirma que lleva 45 años en la música (restemos: nos sale 1.969). Que uno de sus primeros trabajos profesionales fue hacerle coros a la fiera Etta James.

La más antigua de sus referencias es de 1972: coautor del tema "Rain in my life", que interpreta el grupo de All Platinum PROPHECY. All Platinum, sello predecesor de Sugar Hill Records. Sí, desde el principio bajo los auspicios de Sylvia Robinson. El tema es una preciosidad, totalmente deudor del "Let's stay together" de Al Green, e infectado del espíritu panorámico-trascendente del soul del momento, en especial de Marvin Gaye. Oírlo es como viajar de Motown en sus años clásicos al Philly sound, y, de paso, notar un cosquilleo de emoción al percibir cierta familiaridad con el house, con ese piano insistente, sustituto rítmico del bajo... La historia de la música negra de tres décadas en un solo tema. Por desgracia no tuvo repercusión alguna. El grupo sacó un single o dos más y nada más se supo.

En 1973 toca las congas en el LP de aquel año de SYLVIA, o sea, nuestra Sylvia Robinson. Ella se merecería una reseña por derecho propio: nacida en 1936 y en activo en la música desde 1950 tuvo un nº 1 en las listas de rhythm & blues de los 50 como miembro del dúo MICKEY & SYLVIA. Como el éxito no se repitió decidió reconducir su carrera por otros derroteros. Casada con Joe Robinson en 1959 acabó fundando con él un sello discográfico, ALL PLATINUM, en 1966. El fichaje del grupo vocal THE MOMENTS en 1968 les depararía sus primeros éxitos como patronos discográficos.

En 1972 ofrece un tema suyo a Al Green. Se titulaba "Pillow talk". Ante la temática calentorra del mismo Al, en plena fase religiosa, rehúsa. Quién mejor que la misma Sylvia para cantar su propia canción. Fue su retorno temporal al rol de intérprete. El LP correspondiente se titularía "Pillow talk", como el tema estrella, que, como ella presentía, tenía tirón: llegó al número uno de las listas R&B. Sylvia, a sus 37 años, no duda en mostrar sus carnes en poses provocativas en el arte del LP, recordándonos que los 70 fueron un antecedente claro en eso tan de nuestros días de mostrar a las divas escasas de ropa. Se puede aducir, en defensa de aquella década, que los hombres hacían otro tanto, y no tenían reparo en vestir atuendos de lo más desinhibido y estrambótico, con la pechera al aire y unos escotes que no se detenían hasta casi el escroto.

Sylvia Robinson en 1973, con el disco de oro que consiguiö con "Pillow talk". fuente: http://www.nj.com/entertainment/music/index.ssf/2011/09/sylvia_robinson_dead_at_75.html

Que le hubiera ofrecido a Al Green "Pillow talk" en primer lugar tenía sentido: el ritmo y la estructura sablea el memorable "Let's stay together" del soulman, publicado sólo un año antes, 1972, y auténtico bombazo comercial. La réplica de Sylvia se queda como a mil kilómetros de distancia de su inspiración, al nivel de una orquesta de verbenas de pueblo casi, pero por alguna razón, quizá los suspiros insinuantes que derrama en alguna parte de la canción, gustó al público y mucho. Como dice una usuaria de youtube: "Música para hacer bebés". Desde luego, el "Love to love you" de Donna Summer tenía antecedentes inmediatos y de gran éxito.

Ese mismo año repite la misma jugada, aunque sea por persona interpuesta, como coautora de la canción y coproductora y jefa de todo esto que para eso salía en su sello All Platinum, con la esta vez sí irresistible "Sexy lady", de THE MOMENTS, que es como coger una producción de Barry White y ponerle la voz acariciadora de Curtis Mayfield, con auténtico conocimiento de causa. El tema llegó al puesto 3 de la lista de música negra en EE.UU. Maravillosa, con su ración de suspiros orgásmicos incluida: "Suck it to me, baby... Ouuuugh... I loooove ya... Come on, come on, come on...". No, no se cortaban entonces ni un pelo. El grupo, formado en Washington (no confundir con otros The Moments ingleses) existía desde principios de los 60 y no paró de colocar canciones en las listas de música negra hasta 1981. Una trayectoria impresionante. De nuevo nuestra Sylvia Robinson tuvo un papel muy relevante en su trayectoria. Como sabemos los fichó en 1968 y les escribió y produjo numerosas canciones. Está claro que la misma Sylvia Robinson, vuelvo a repetir, se merecería su propia reseña.

Derry tocaba las congas y la pandereta en esta canción, y en todo el LP en que iba incluida, "The best of The Moments", publicado ese mismo año, y que contiene versiones grabadas para la ocasión de, pues eso, éxitos pretéritos de la banda, en la que "Sexy lady" representaba la única novedad.

Al año siguiente Derry interviene como coautor de dos canciones en el LP de The Moments, titulado "Those sexy moments". Estaba claro que la intención era reincidir en la estrategia del año anterior. Por muy vivos que sean los dueños de los sellos el público responde o no. Las modas vienen y van. En este caso las picardías de alcoba "made in All Platinum" habían dejado de interesar: teniendo las promesas de promiscuidad y sexo sin compromiso de las LaBelle (su "Lady Marmalade" fue número uno en enero de 1975) lo anterior sonaba hasta ñoño.

En 1974 Derry hacía coros en el LP de elegante soul sureño de ELEANORE MILLS, "This is Eleanore Mills". Una cantante excepcional con, eso sí, vestiduras sonoras muy convencionales. No obtuvo repercusión el disco, pero fragmentos de canciones del LP fueron usadas en temas de hip hop décadas más tarde. Common se acordó de ella, por ejemplo. Eleanore no volvió a grabar más álbumes aunque sí diversos singles entre 1985 y 1997. "Resucitó" precisamente en 1985 como voz femenina tórrida-celestial anónima tipo en un número garage house coproducido por David Cole, futura media naranja en C + C Music Factory.

Derry entre 1974 y 1980 militó en el combo funk BROTHER TO BROTHER, grupo del que era mánager Sylvia Robinson precisamente. Sacaron cuatro álbumes pero no tuvieron repercusión. Derry cantaba, tocaba los congos y ayudaba en la escritura de las canciones.

En 1976 hacía coros en el LP "Moments with you", de THE MOMENTS. Una de sus canciones llegó al puesto 14 de la lista de R&B, "With you". Se trataba de una balada de producción convencional, pero que la voz solista temblorosa de Al Goodman, influido por estilistas como Marvin Gaye o Bill Medley, de The Righteous Brothers, confiere una peculiar verdad e interés.

Ese mismo año Derry tocaba congas y percusiones en un disco de jazz-funk de JACK McDUFF.

Hace lo propio, tocar las congas, en el LP de aquel año del clásico soulman BROOK BENTON, fichaje estrella de All Platinum. 

Para concluir sus andanzas de 1976, toca congas y es voz solista en varias canciones del único LP del combo funk soul WOOD, BRASS & STEEL. Se da la circunstancia que militaban en el mismo dos futuros conmilitones de Derry en Sugar Hill Records, el bajista DOUG WIMBISH y el guitarrista SKIP McDONALD. El LP tuvo alguna repercusion en el Reino Unido.

En 1977 es voz principal en el único LP de SINE, proyecto disco del músico PATRICK ADAMS, titulado "Happy is the only way". Como los anteriores tuvo cierto éxito en el Reino Unido. Música coyuntural, sin duda. En concreto el tema "Just let me do my thing", que salió como single de dicho LP en 1978 fue nº 33 en la lista de singles británica. Música disco en la que se rastrea sin problemas la filiacion philly sound y que conecta con el sonido de los Jackson 5 de años despues: ese riff de bajo y guitarra al unísono en plan remontada me recuerda al "Can you feel it" de la familia Jackson. Tiene su rollo: esa idea de llevar las notas de sinte hasta agudos inconcebibles llama algo la atención, pero no ayuda a sacarla de lo anecdótico.

En 1978 le vemos de nuevo conectado a Sylvia Robinson. Es parte del proyecto BRAND NEW FUNK, en el que coincide una vez más con Wimbish y McDonald. Sólo sacaron un LP, "Brand new funk'78". Sylvia produce todo el álbum, coescribe algunas canciones y, aparte de todo eso, es la dueña del sello en que se edita. Sello VIBRATION, domiciliado en Englewood, New Jersey. El sello que crearon ella y sus marido para dar salida, unos años atrás a una serie de discos con ella como solista. La falta de repercusión de esos discos no la arredraron: si no podía triunfar por méritos propios estaría detrás del éxito de otros, y a fe que lo consiguió, como sabemos. Todo llega. No con Brand New Funk. Sólo quedaba un año para recoger los frutos de años y años de esfuerzos en íntima convivencia con el soul y el funk. Sylvia quería hacer música disco, y puso al all-star que era Brand New Funk a hacer canciones lo más disco que pudieran. Eso sí, con instrumentación analógica y una producción algo pedestre... El resultado, en el caso del tema "Fingers do the walkin'", es un maravilloso encuentro del rhythm & blues intenso de Ray Charles de los 50, el funk de los 60 y algo parecido al afro-beat: ese teclado obsesivo de Hubert Powell es directamente alucinante. Una pasada sin etiquetas y sin edad.

Y luego, sus años de fijo e incuestionable en Sugar Hill Records. La desaparicion del sello le llevó a buscarse las habichuelas como en sus inicios, como corista, labor en la que realmente se ha hecho un nombre.

En nuestros días es un muy apreciado entrenador de cantantes. Sus enseñanzas no consisten solo en hacer gorgoritos: tiene técnicas para mantener la voz siempre a punto, técnicas para evitar enfermedades de cantantes. Por sus manos han pasado Alicia Keys o Katy Perry. Lo vemos en la web a su nombre, www.craigderry.net. Alicia estuvo con él en los inicios de su carrera. A Katy Perry la entrenó para un concierto en directo televisado ante chorrocientos mil millones de espectadores. También han confiado en él Maxwell (a quien, dice, ayudó en una "resurrección" de su carrera; ¿se refiere a adicciones que destrozan la garganta?), Missy Elliott, Marc Anthony o Mary J. Blige. Se lo tiene muy bien montado. Bien por él.

2 comentaris:

  1. Magnífico artículo gracias! Por cierto, de quién es el entrecomillado? "Nos dejáis parques llenos de suciedad, callejones húmedos, solares con paredes desconchadas, y avenidas que sólo se pueden cruzar por viaductos o pasos subterráneos con olor a meados. Aún así hemos sido capaces de inventarnos una nueva pintura, una nueva danza, una nueva literatura, una nueva música, en suma, una nueva belleza, por acumulación y subsiguiente depuración de lo poco que nos habéis enseñado en la escuela pública y de nuestra riquísima tradición oral"

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    1. Pues muchas gracias. No te había contestado hasta ahora porque no he recibido ninguna notificación de blogger y sólo hoy lo he visto al entrar a ver las visualizaciones...
      El entrecomillado es un cutre recurso retórico como para inventarme un supuesto discurso de los creadores de la cultura del hip hop. Es mío, perdona si te ha confundido lo de las comillas.

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