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dilluns, 17 de novembre del 2014

STING: de genio a pelmazo. Lo que empieza mal acaba mal.

Nacido en 1951 en Wallsend, pequeña ciudad próxima a Newcastle, en la por entonces Inglaterra industrial, pasó su juventud de trabajillo en trabajillo, hasta que se decidió por estudiar Magisterio. Entre 1974 y 1976 fue profesor. Mientras, mantenía su enorme afición musical como un hobby de fin de semana. Había empezado a tocar la guitarra española con 10 años. De adolescente le impresionaron grandemente artistas como Cream, Jimi Hendrix o Manfred Mann. Ser adolescente en la Inglaterra de finales de los 60, menudo lujo: la música extraordinaria abundaba.

Batería, Ronnie Pearson; bajo, Sting; teclados: Gerry Richardson. fuente: http://www.stingme.dk/the_police/Last_Exit_History_Sting.htm

Entre 1971 y 1977 militó en varias bandas de jazz-rock. Una era Last Exit. La banda se formó en 1974. Con una anterior encarnación Sting y Gerry Richardson, bajista y teclista de los futuros Last Exit , habían teloneado, para su sonrojo, a Return to Forever, banda de Chick Corea. Sting se vio a sí mismo, bajista mediocre, en el espejo de la brillantez de Stanley Clarke. Pensó que le salvaba su voz. Si aprendía a tocar su instrumento hasta ser un cuarto de bueno que Stanley Clarke y era capaz de hacerlo mientras cantaba al mismo tiempo podría soñar en al menos seguir persiguiendo su sueño musical, según sus propias palabras (http://www.futuro.cl/2013/11/last-exit-y-el-dia-que-sting-casi-deja-la-musica-por-un-par-de-musicos/). Pues eso, Last Exit es ese nuevo viaje a ninguna parte de unos ya algo mayores aspirantes a músicos profesionales. Aquí va una recopilación de grabaciones en maqueta del grupo.

 https://www.youtube.com/watch?v=XJUrl_xXZ0Q&list=PL8Eps3cPqtnVzt0zuV-xfx2IAIPz6J4hI

Vemos que el estilo vocal y compositivo del cantante estaba prácticamente formado. En cuanto al estilo compositivo de Sting, la influencia del jazz-fussion más exploratorio y mística, y de cantantes como Robert Wyatt y Roberta Flack anticipan la rica melodiosidad que luego sorprenderá en The Police, así como la melancolía y el arrebato emocional del ya mítico grupo. En la forma de cantar el influjo viene de gente como Steve Wimwood. Lo que es Last Exit es un quiero y no puedo, como unos Cream a medio gas, con puntuales inccursiones en el soul, casi en la frontera de la comercialidad de unos Jackson 5, eso sí, sin la brillante parafernalia vocal del grupo estadounidense, ni, desde luego, canciones medianamente pasables.

"Carrion prince", "Príncipe de carroña", está escrita por Sting. Tiene toda la fuerza literaria y expresiva de su aclamado trabajo posterior con The Police. Sting es un tipo muy leído y con dos frases es capaz de transmitir o describir sentimientos o sensaciones profundas. Luego, como suelen hacer los compositores de canciones de vena poética, emborrona una interpretación literal con pistas falsas y elipsis varias. ¿De qué va, entonces, la canción? Quizá muestra Sting un vago sentimiento de culpa por una relación sexual esporádica, en la que él procura no dar ninguna esperanza de continuidad a la chica. No sé: "Derrumbémonos en el suelo antes de que estés seca (...). Oh, Pilatos, me hablas alto y claro. Tu voz salida del infierno me llena el alma de temor". La última frase es estupenda.

"Evensong", que salió editada, estaba escrita por Gerry Richardson, y la letra era muy pero que muy flojita. En la web http://www.stingme.dk/ un voluntario trata de descifrarla pero hay partes inaudibles. Muchas gracias, chaval. Ya nos hacemos una idea de que en el caso de Last Exit llegó lejos el que más se lo merecía.

"Every day's just the same" es una queja amarga sobre los sueños rotos y la falta de perspectivas: "Sólo tengo mi futuro delante de mí y mi cara", a la que se encuentra, triste, recelosa, culpable por el fracaso en el espejo todas las mañanas, completo yo. Sí, desde el principio la capacidad de Sting para expresar sensaciones hondas con pocas palabras y lenguaje sencillo estaba allí. Sólo necesitaba oyentes dispuestos a identificarse y sentir escalofrío con su tristeza perenne. Haber vivido durante toda su vida al lado de unos astilleros en proceso de desguace, los de Wallsend, debía influir lo suyo en ese inconcreto sentimiento de inhabilidad para alcanzar un sueño (EL PAIS, edición del 30-oct-14), o de fracaso, más que vital, comunitario, interiorizado como una culpa íntima.

"I burn for you" es, sin duda, una de las mejores canciones del grupo, con un nivel interpretativo, y unos arreglos que la convierten en memorable. Creo que apareció una versión casi igual en el "Dream of the blue turtles", disco de 1985 de Sting. La letra describe los momentos de intensa intimidad de una relación amorosa, elevándolos a la trascendencia, si bien percibimos ciertas aristas. Parece, más que al amor sublime, cantarle al deseo sublime. Por otro lado, los detalles concretos de la amante (ella bajo su parasol, la elegancia de su sonrisa, el hecho de que tenga una piscina, en la que él baña sus ardores sin éxito), nos hablan de una relación quizá desnivelada, marcada por la situación social de la mujer, pudiente. Hay, pues, algún matiz como de relación prohibida, o ocultada, capricho de chica bien arrastrada por el deseo a los brazos de un Sting pico de oro. En fin, especulaciones sin fundamento.

El tema 5, el "Instrumental sin título 1", nos muestra a Sting usando su bajo como instrumento melódico, en una intro que recuerda la melancolía sincopada de The Police. El resto es el previsible jazz-rock que caracteriza mucha música de esta banda.

El 6 es una versión de un tema estremecedor de Neil Young, "Don't let it bring you down". En él habla de alguien que vuelve a casa andando solo por las carreteras. En ese tránsito por zonas suburbiales, por esos "no sitios" por el que suelen transcurrir las vías de comunicación en las proximidades de las ciudades, el pobre andante se ve acosado él mismo por la sensación de "no ser". Visiones poéticas poderosas, cuadros alucinados, inspirados quizá por el consumo de drogas, sirven a Neil Young para contarnos esos sentimientos, mientras sobrevuela la poderosa melancolía a la que el mismo Sting es tan afecto.

"Fool in love", escrita por Sting, es un contraste abrupto entre el soft-rock del acompañamiento musical y la letra sobre una pérdida, una separación, y la consiguiente soledad del músico. Aunque algo tópica tiene cosas emotivas descritas con lenguaje llano y directo, como cuando dice "Nadie llama a la puerta desde hace unos mil años. Ven a este espectáculo de un solo actor: los asientos del teatro siempre están vacíos."

"I'm on this train", también de Sting, es insulsa desde todos los puntos de vista. Sólo el estribillo anticipa lo que haría con su grupo más conocido. La letra le muestra, a diferencia de en otras más oscuras, si no optimista al menos sereno: "Estoy subido en este tren. No sé dónde me llevará. Ven conmigo. No estoy seguro de que el sitio donde vamos sea bueno o malo, pero si ya eres una persona vivida seguro que este viaje te hará feliz y yo, tan contento". Si no es capaz de alcanzar la felicidad al menos está en posición de dársela a los demás. ¿Se refiere a su arte?

"Don't you look at me" habla de un señor que se alquila los servicios de prostitutas. Lo hace con tanta elegancia y respeto que está claro que Sting se toma el tema muy en serio, y que quiere hacer ver que la remuneración que recibe el usuario de estas mujeres es mucha mayor que la satisfacción de necesidades inmediatas. No puedo evitar pensar en una de las más conocidas canciones de The Police, "Roxanne", que cuenta la historia de amor de un chico con una prostituta. Puede que Sting sea de esos hombres para los que el sexo es una cosa que no hay que tomar a la ligera, y que cuando se desata entre dos personas nunca es en vano.

Sting en la época de Last Exit. ¿Moreno? fuente: http://www.lastfm.es/music/Sting+&+Last+Exit/+images/11189637

 "Savage beast" es otro de los grandes momentos del conjunto de grabaciones de esta época. De nuevo melodía, arreglos, letra e interpretación vocal de Sting la harían digna de aparecer en "Dream of the blue turtles". El texto es una variación del tema de la soledad avasalladora que asoma con cierta frecuencia en las letras del cantante. La más conocida es también la que es probablemente la canción más famosa de su carrera: "Message in a bottle", ya con The Police. En "Savage beast" se equipara a una fiera salvaje, que se tiene que conformar con vivir en soledad en el monte. Dice que es el precio que tiene que pagar. Asume que su forma de ser le empuja a ese aislamiento. Me recuerda, por el uso de metáforas y referencias a un mundo naturalista a una de las canciones de la primera época de El Último de la Fila, con un título que no alberga dudas: "Soy un accidente".

Luego llega otro instrumental, con diversas fases, una de las cuales tiene tal cual la sucesión de notas del tema "Message in a bottle" de The Police. Estaba claro que Sting recicló lo reciclable de una banda en la que aparentemente todos los músicos ponían ideas y ninguno era capaz de decir a los demás que qué mierda de idea había tenido.

"Soul music" es otro de los buenos momentos del repertorio del grupo. No desentonaría en la época de "The dream of the blue turtles". La letra está llena de tópicos acerca del poder sanador de la música pero están bien articulados y, de paso, parece describirnos el ambiente del northern soul: "Había salido aquella noche. Se oía música y había una luz parpadeante. Mis pies se fueron solos y bajaron unos escalones. Había allí un grupo de tíos, todos vestidos de traje. Había un hombre en el escenario que era quien dirigía el cotarro. Los chicos que estaban en la sala hubieran querido bailar, pero no conocían esa canción funky. Se puede decir que mi alma se salvó cuando conseguí arrastrarme fuera de ese agujero. Estaba perdido hasta que me encontré a mí mismo. Ahora soy como los demás".

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