Translate

dissabte, 25 d’octubre del 2014

MELANIE: olvidada estrella de la era hippie. Parte I


A esta artista le ha pasado como a Joan Baez en EE.UU. o a Jarcha y la Marisol folk de los 70: sus fans de entonces no escuchan música desde hace décadas o directamente ya se han muerto y los críticos actuales les ignoran olímpicamente. ¿Artistas coyunturales? También lo eran The Mamas & the Papas o Scott McKenzie y todavía los queman en las radios de éxitos añejos. Más bien parece un problema de pereza de los críticos actuales, que se quedan con lo obvio, Dylan o Cohen, en el ámbito anglosajón, Serrat o Aute en el español, y de que quienes valoraron en su momento a esos artistas en el pasado, como digo, dejaron de interesarse por el devenir de la música y cortaron cualquier comunicación posible con las nuevas generaciones. Yo, que soy una empollona de la música pop, no conocí a Melanie hasta hace unas semanas. Unos versos espléndidos de una de sus canciones más conocidas, "Look what they've done to my song, ma", abren el libro de 1985 "El pianista", de Manuel Vázquez Montalbán. 

Veo en wikipedia que fue una seguidora del folk en sentido estricto, que se fogueó en la escena del Greenwich Village neoyorquino y que probablmente se quedó anclada en el pasado, como una reliquia de la era hippie.

Fichada por un breve espacio de tiempo por Columbia sacó dos singles y escribió una canción para una cantante de soul de corta carrera profesional, Aldora Britton. El tema, "Do it with soul" (1967) es una canción panorámica, esplendorosa, que no tenía nada que envidiar a lo que sacaban por entonces The Temptations o Four Tops. Pero no tuvo recorrido comercial.

Podéis ver la lista de reproducción que estoy haciendo de su música:

 https://www.youtube.com/watch?v=BCDlm28X1Yc&list=PL8Eps3cPqtnWif9T6xOuB7XM-DGTiWrmc

Escucho el primer corte de su primer álbum, "Born to be", de 1968, titulado "In the hour", y notas que si bien no es una innovadora en términos de sonido, canta con personalidad y convicción. La rasposidad
Melanie en 1968. Foto de Barrie Wentzell. Fuente: http://rockandrollphotogallery.com/artist/melanie/

y sensualidad de su voz, pelín andrógina, potente y con vibrato, la convierten en una antecesora de Ceris Matthews, la cantante de Catatonia, que se distinguía precisamente por el raro magnetismo de su voz, o, directamente, en una influencia clara en Mari Trini. O sea que empezamos bien. En esta canción, escrita por ella misma, como casi todas las del álbum menos una versión de Dylan, Melanie habla de una ruptura amorosa con especial intensidad y lirismo, un poco en clave Otis Redding, en plan corazón palpitante en la mano pero siempre con los pies en la tierra, siempre con esa conexión física con un medio ambiente, en este caso la ciudad, a ratos brumador y hostil, a ratos refugio frente a la soledad, que caracteriza los universos de primer disco de cantautor, cuando éste aún vive en precario, sin un duro, sin saber qué le deparará mañana... 

"I'm back in town", con un aire muy del pop de chicas de la era (arreglos de vodevil, á la Sandie Shaw), tiene, en cambio una letra de desengaño amoroso y decepción, en la misma línea blues - soul sureño que la primera, en plan: "Qué mal que me tratan los hombres...". 

La tercera, "Bo Bo's party", a medio camino entre el northern soul y Jefferson Airplane, tiene una fuerza mpresionante. Encima, la letra parece contar cómo y con quién trata para conseguir droga, droga, por otro lado, que tiene que consumir porque su chico la ha decepcionado (una vez más). De momento, la mejor.

Ella tenía entonces 21 años. Había nacido en Nueva York y crecido en el barrio Astoria, en el distrito de Queens. Se apellidaba Safka. Su padre era ruso-ucraniano, y su madre de origen italiano. Esta última era cantante de jazz. Melanie mostró muy pronto gran inclinación por la música. De hecho, en 1951, con tan solo cuatro años, participó en un concurso musical en la radio. Presionada por sus padres se matriculó en una carrera universitaria. Fue así que acabó en la American Academy of Dramatic Arts. En seguida compaginó sus estudios con su afición musical, los clubes de folk y demás. El sello Columbia, como cuento más arriba, la fichó primero. A continuación recaló en Buddah Records, donde apareció su primer LP. Buddah había editado el año anterior el primer disco de Captain Beefheart.

La espléndida "Bo Bo's party" llegó al nº 1 en Francia (wikipedia). En su país, EE.UU. la crítica se deshacía en elogios con el primer disco de la artista, pero la popularidad de momento se le resistía. De hecho a lo largo de su carrera su éxito fue mucho mayor en Europa que en EE.UU.

El cuarto corte de su primer LP es una version de "Mr. Tambourine man", de Bob Dylan, un tema de enfebrecida poética que parece ser el pórtico de entrada y justificación de la era hippie en los EE.UU. Decididamente Dylan era un letrista extraordinario, sin duda uno de los mejores de la historia del rock y su trabajo era equiparable en profundidad y capacidad emotiva a la mejor poesía de cualquier periodo. 

"Momma momma" es la réplica de Melanie a Dylan, de tú a tú: mira, tú serás un auténtico escritor, pero yo soy una cantante de los pies a la cabeza, que encima sabe escribir baladas souleras desgarradas y memorables de reproche a una madre que, según ella, no la crió como era debido, sumida como estaba, en su postadolescencia, en la confusión, el dolor y el vacío existencial.

La temática del disco es, de momento, de reproche, de saldar deudas por todo el dolor que sentía y al que ella atribuía siempre un culpable: sus novios, sus padres... Frente al dolor el escapismo ("Bo Bo's party") y la búsqueda de su propio camino ("Mr. Tambourine man"). Era una especie de narración de una  trayectoria de liberación personal, que quizá llevaba implícita el espíritu de ruptura respecto al pasado, respecto a la cultura patriarcal (o matriarcal, recordemos que su madre era de origen italiano y yo, como española, conozco muy bien el papel de una madre en el mantenimiento en el redil de sus vástagos, con independencia de su sexo, estado civil, edad...), que se respiraba en aquella época. Melanie podía tener aspecto de no haber roto un plato en su vida, como vemos en la foto promocional de la época, pero no tenía pelos en la lengua.

 
Melanie. fuente: slideshow de la canción "Bo Bo's party" subida por hawkmoon031111951



El álbum de debul de Melanie se convierte abiertamente en un canto hacia la liberación personal, en particular en términos femeninos, en la asombrosamente descarada "I loved Harold", en la que la narradora enumera, desde sus 21 años, los chicos con los que se ha acostado, cuatro, a los que ha amado sin miedo y sin culpa a pesar de la amenaza del Infierno esperándola. Se remonta a una infancia imbuida por la educación cristiana, marcada por la oración y por una idea de la bondad obtenida mediante chantaje, el chantaje de la perdición eterna.

Se rebaja el tono confesional pero no enfadado o, como mínimo, ácido, en "Animal crackers". En ella da testimonio de una de las primeras generaciones de estadounidenses que cayeron en el sobrepeso debido al consumo de dietas hipercalóricas en su más tierna infancia. El país entraba en la opulencia, en la que se instalaría ininterrumpidamente desde los 50 hasta la actualidad. A Melanie, nacida en la Posguerra, le tocó de lleno. Su madre le decía que si se comía todas las galletas con forma de animales los niños europeos no pasarían hambre, o eso dice en la canción. En la canción se suceden referencias concretas, nombres propios, desde esta primera a esa Europa hambrienta posterior a la Segunda Guerra Mundial. A continuación habla de Freud, en un juego de palabras repleto de ironía o maldad. Critica la ignorancia de su madre por chantajearle emocionalmente para comer galletas (Melanie dice que come todas las galletas que puede, que por ella que no quede, pues es lo que conviene al bien de la Humanidad), con esa especie de moralismo de recambio o refuerzo al de la religión, el de hacerte sentir culpable por no comer todo lo que hay en el plato. Dice que de mayor trató de ponerse a dieta como consecuencia inmediata de lo anterior, experiencia nada agradable, que no repetirá, por lo que será una chica gordita toda su vida. Siguen las referencias: un restaurante donde hacen una pizza con galleta con forma de animales exquisita y, por último, el origen de la canción, escrita durante una visita al campo, a Columbus, Missouri, ciudad, según ella, que es en sí misma el campo. Tantas gracias juntas darían para un monólogo de stand-up comedian. En suma, es una canción genial.

Cambio de tercio radical en "Christopher Robin (is saying his prayers)", inocente canción infantil escrita por el inglés Alan Alexander Milne, autor qeu vivió entre 1886 y 1956. ¿Ya había tenido suficiente y se había acabado eso de sacar de quicio a sus mayores? ¿O era un homenaje a su propia infancia, a alguna cosa tierna asociada a su infancia? 

Luego viene "Close to it all", mecida por dos simples notas de guitarra, en un minimalismo que no desentonaría en cualquier disco de americana de las dos últimas décadas, con una letra espléndida, ambigua, literaria e irónica, que se puede interpretar como que lo mejor de la vida, a lo que debemos aspirar es a formar parte del flujo, de lo que nos rodea, con recaditos a los modernos (habla del Village) y a la industria publicitaria ("los hacedores de sueños de color de rosa de Madison Avenue"). 

Por último, la temblorosa "Merry Christmas" es un villancico que se cree lo que canta: "¿porqué no tener Navidades todo el año, porqué no querernos todos siempre?". El espírituo de "Qualsevol nit pot sortir el sol" de Sisa asoma por los recovecos de nuestra emoción.

dilluns, 20 d’octubre del 2014

Nueva ola andaluza: Veneno, Martirio, Cathy Claret, Grupo Q...

Portada de "Estoy mala", LP de 1986 de Martirio

Bueno sí, me he sacado de la manga lo de Nueva Ola andaluza, pero conforme miro las trayectorias de Martirio y Kiko Veneno veo que durante los 80 la música que hicieron juntos, y las colaboraciones de ambos con otros músicos produjeron sonidos muy de la época, con el propósito de actualizar unas trayectorias que se remontaban a los 70 (ambos pasaban de la treintena a mediados de los 80), en un contexto político y cultural muy distinto a esos 80 de esplendor en la hierba de la libertad y el hedonismo. Lo gracioso es que esa libertad ya la profesaban los Veneno en los 70, y era una libertad tirando a desmadrada. No tenían nada que ver con el rollo progresivo - hippie en lo musical ni progre - reivindicativo en lo ideológico, con la consabida exaltación de las raíces culturales  falseadas por la historiografía franquista que caracterizara el Nuevo rock andaluz, la Nova cançó, y todas las escenas Nuevo-algo de revitalización de músicas folklóricas que florecieron en suelo patrio. Lo suyo tenía su base en la locura iconoclasta de Frank Zappa, el mismo elemento que guió los desbarres y la poética libérrima de los músicos catalanes Pau Riba y Sisa.

Kiko se hizo amigo de unos gitanos sevillanos muy poco comunes, los hermanos Amador, con los que creó sin freno porque seguramente no había expectativas comerciales, simplemente por la exaltación provocada por la libertad. El disco "Veneno", de 1977, me recuerda a las primeras películas de Almodóvar, es decir, tiene ese corajudo espíritu de ruptura del manchego, pero un espíritu de ruptura no destructor: provocador, sí, pero que servía, por medio de esa provocación, para dejar paso a un mundo nuevo, un mundo sin homofobia (en el caso del cineasta) ni barreras entre gitanos y payos (en el caso de Veneno), que equivale a decir: España, sacúdete tus putos prejuicios, tu olor rancio y observa qué se cuece entre los más marginados de los más marginados. Se puede decir, a estas alturas, que gracias, entre otros, a Almodóvar España es una de los países menos homófobos del mundo, según alguna encuesta reciente (no quiero imaginar cómo será en otros países)... si bien no se puede decir lo mismo de los sentimientos en el país respecto de los gitanos. Kiko perdió esa batalla (de la que, como Almodóvar, no creo que fuera consciente) porque, como veremos su visibilidad durante años fue mínima -cosa que no ocurrió con el manchengo-, y solo pudo ser reconocido, ya en 1992, en una encarnación más roquera y latina.

Kiko Veneno trató de ganarse la vida con lo que sabía hacer: música, en una década donde la iconoclastia y la personalidad no estaban bien vistas. Había que seguir unas pautas estéticas, culturales, marcadas y diseñadas desde el epicentro de la música de entonces: Madrid y sus subcentros vigués y barcelonés. El humor tenía que ser cafre y tontorrón (Siniestro Total, Los Nikis, No Me Pises Que Llevo Chanclas); el sonido, cuidado, pulido hasta decir basta, en una carrera hacia la perfección sonora que debió dejar extenuados a los más ambiciosos (Mecano, Radio Futura, Alaska y Dinarama), la poética, entre existencial y críptica (de nuevo Radio Futura, El Último de la Fila), la transgresión, distanciada, más pose que otra cosa (de nuevo Alaska con, primero, los Pegamoides y luego Dinarama; Aviador DRO)... Esas eran las reglas y todo lo que cayera fuera, todo intento de encontrar un camino propio era anatemizado, pues se corría el riesgo de caer en ¿qué? ¿Entropía por no quedar bien claro lo que se define por buena y mala música, por actitud moderna o casposa? Así las cosas los grupos andaluces que quisieron ser modernos, hacer tecno-pop, funk a la inglesa, electro o crear variantes regionales, introduciendo una perturbadora conexión con el espantoso pasado reciente de folclóricas y rumba pop de cerco de sudor en el sobaco, se toparon con la indiferencia general o con un tratamiento entre paternalista y despectivo. Cuando el humor es simple homenaje a la alegría de vivir o juega con los peligrosos tópicos de la España de los faralaes, cuando el sonido es una mera victoria pírrica frente a las barreras de la técnica en una región sin infraestructuras de grabación ni de distribución musical medianamente desarrolladas está claro que todo se iba a quedar en anécdota.

Otra cosa es enfrentarse hoy en día a esos éxitos que pudieron ser y no fueron, y constatar que derrochan encanto por los cuatro costados.

******************************************************************************

De nombre legal María Isabel Quiñones Gutiérrez, Martirio procede de Huelva, donde nacía en 1954. En 1981 se incorporó al grupo de folk Jarcha, de gran popularidad en la España de la Transición. Allí militó hasta 1984. En ese periodo el grupo sacó un LP por año: "Folclore de Andalucía" (1982), "Recital C.M. San Juan Evangelista (Conciertos de Radio 3)" (1983) y "A la memoria de Federico García Lorca" (1984). No hay manera de encontrarlos. Discografía alimenticia de un grupo de gran éxito coyuntural y profundo olvido desdeñoso posterior, supongo que exagerado tanto el éxito como el fracaso y, en el último caso, definitivamente cruel.

Con 30 años cambio de tercio total con su incorporación a Veneno, aunque su aportación se limitara a hacer unos coros en un maxi del grupo de 1984, "Si tú, si yo". Medio raro para su voz de refinada cantante de copla, de la mano del por entonces poco valorado Kiko Veneno. Llama la atención el sonido funk, electro y con reminiscencias a Prince y Michael Jackson de las dos canciones que completan el maxi. Junto a ese sonido tan moderno, que en España no recuerdo que hiciera nadie en ese momento, destacaba la lírica siempre ocurrente y feliz de Kiko. Definitivamente un hito olvidado del pop español este Kiko de los 80, que se asemeja en relajada genialidad a un coetáneo valenciano, Julio Bustamante, quien, a diferencia de Kiko, por desgracia nunco tuvo el reconocimiento que se merecía.

Raimundo Amador, Kiko Veneno y Rafael Amador, formación original de Veneno. fuente: http://elalmaporbulerias.blogspot.com.es/2013/12/amador-del-flamenco.html
A pesar de su condición de maldito o outsider del negocio musical Kiko, de nombre real José María López Sanfeliu y nacido dos años antes que Martirio, ya tenía en su haber aportaciones esenciales a la música popular española, como miembro de Veneno y como escritor de canciones como "Volando voy", nada menos. En los 80 no triunfar en los 40 Principales o no triunfar en un gueto (por ejemplo, el del rock radical vasco o el del rock urbano, que eran los mayores de la década que recuerde) equivalía a no ser nadie y eso le pasaba a él. No importaba su currículum, si bien dicho currículum, ahora deslumbrante, por entonces resultara insignificante. Nacido en Figueres, hijo de militar y payesa (wikipedia), pasó su niñez en Cádiz. En 1961 su familia se mudó a Sevilla. Allí estudió Filosofía y Letras. Viajó por Europa y EE. UU. y asistió a conciertos de artistas que le influirían decisivamente, como Bob Dylan y Frank Zappa, aunque su principal devoción era por los Beatles. Curiosamente fue en esos mundos de Dios que entonces representaban la civilización frente a la mugre española donde alguien le redescubrió el flamenco. Vivía en San Francisco hacia 1973. Allí, un gitano emigrado, dice él, "le inoculó el veneno del flamenco". Dos años más tarde, su amistad con los hermanos Amador marcarían definitivamente su destino. Con ellos creó, precisamente, Veneno, grupo que sacó en 1977 un debut discográfico homónimo, producido por Ricardo Pachón. Entonces no se comieron una rosca; a día de hoy es considerado uno de los mejores discos españoles de la historia (para Rockdelux el mejor). Ahí es na.

*****************

Todavía en 1985 Martirio, aún Maribel, pone segundas voces en algunas canciones en "Cine de miedo", 12' de Q, grupo jerezano de italodisco y tecno pop liderado por Fernando Carmona. Carmona llevaba desde mediados de los 70 haciendo música, desde su proyecto de rock sinfónico Khorus, hasta Bola - Banda Electrónica, creados en 1979, pionera en el uso de sintetizadores y, de allí a Grupo Q, en los que trataba de recrear uno de los sonidos de moda de la época, el synth-pop. No tuvo suerte en ninguna de sus encarnaciones, ni pudo contar con condiciones de grabación medianamente decentes. Como Kiko, otro entusiasta de la música que nació en el barrio equivocado de la Península.

*****************

En 1986 salió el primer LP de Martirio, "Estoy mala": surrealismo andaluz con peinetas kitsch. En su momento, con lo poco que sonaba en la tele y la radio siempre te quedabas con ganas de más. Intrigante, descacharrante, cañí y posmoderna. Para reírse de nosotros mismos sin amargura. Kiko Veneno y Teo Cardalda se encargaban de la producción.

*****************

En 1987 Kiko coescribió con Cathy Claret, francesa de corazón flamenco, el tema "Toi", que luego apareció en el recopilatorio "1987 - 1991". 13 años más tarde produce el LP de aquel año de Claret, "La chica del viento". También toca la guitarra acústica, hace coros y palmea. Claret mezcla pop susurrante a la francesa con ritmos cálidos y arreglos que dan fe de su eclecticismo y su ojo para arrimarse a talentos ocultos, pero, ante todo, es una gran compositora de canciones. Notablemente parió un tema tan pegadizo y memorable como "Bolleré", popularizado por su amigo Raimundo Amador. A pesar de su personalidad y la evidente accesibilidad de su música, unidas a una imagen de bohemia sexy, no se comió una rosca. De nuevo estaba en el lado equivocado de la Península: Sevilla no era Madrid, ni siquiera Barcelona o Vigo,.

Cathy Claret. fuente: http://cathyclaret.blogspot.com.es/2014_02_01_archive.html

diumenge, 19 d’octubre del 2014

Michael Franti: rabia y lucha alrededor del hip hop

Michael Franti nació en 1967 en Oakland, California.

Con 21 años militaba en The Beatnigs, un grupo de música industrial, que metía en el mismo traje las técnicas del hip hop -samples y rapeado- con ritmos inclementes y maquinales, ruidos, zumbidos y voces manipuladas, junto con voces, conversaciones y sonidos puestos en collage, sacados de contexto para dotarlos de nuevos significados, para buscar la paradoja y hurgar en el dolor del mundo, para darle cara a la frustración por una realidad enfrerma.

Estoy haciendo una lista de reproducción del músico en youtube:

https://www.youtube.com/watch?v=H6YpT8RQ7Jo&list=PL8Eps3cPqtnUeUslctZ2g7qbU6_zcCemO.

The Beatnigs (fuente: http://gabber.fm/artist/The%20Beatnigs)


Radicados en San Francisco suposo la primera colaboración de Franti y Rono Tse.

Actuaban con herramientas tales como una sierra eléctrica que pulsaba una barra de metal.

El grupo lo completaban el teclista Andre Flores y los percusionistas Kevin Carnes y Henry Flood. Andre también cantaba, declamaba y rapeaba, metía samples y hacía percusiones. Todos juntos compusieron las canciones y produjeron el disco.

En 1987 el tema "Television", después en su primer LP, se convirtió en clásico en las radios universitarias estadounidenses de la Costa Oeste (http://www.lastfm.es/music/The+Beatnigs). A pesar de eso nunca llegó a traspasar su fama el área de San Francisco.

El grupo editó su único LP, "The Beatnigs", en el sello de música independiente Alternative Tentacles, sello de Jello Biafra, miembro de los Dead Kennedys. Tiempos en los en que lo de música alternativa era real, en que enfrentarse a esa música era un reto intelectual y emotivo por el que el oyente se sentía intimidado, interpelado, sacudido, y, en fin, electrizado, en lo que, en fin, era una auténtica experiencia cultural.

¿Qué hay ahora equivalente a escuchar los discos de las alturas de 1988 de Sonic Youth, The Beatnigs o Public Enemy? La agresión, la intimidación parece venir siempre del mismo sitio, de la brutal sexualización de la mujer en la música comercial, con esos vídeos pornográficos de Nicki Minaj, Beyoncé, Miley Cyrus, Robin Thicke, Lady Gaga... Ahora es como si la gran industria de la música hubiera asimilado esa técnica del escándalo y la paradoja. Ésta fue explotada durante años por el rock alternativo. Desde, al menos, los tiempos del punk. Así los artistas nos hacían afrontar esa música disonante, gritona, agresiva en sí misma, por medio de imágenes e iconografía equívocamente violentos o repletos de sexualidad. Esta reiteración abusiva era usada entonces para sacudir nuestro adocenamiento, pero también para canalizar nuestra rabia y escándalo frente a los abusos del poder y de las costumbres retrógradas.

Hoy en día, la provocación proporcionada por las multinacionales a través de los culos y los tangas de sus superdivas (o los culos, los tangas y las tetas de modelos anónimas, no sé qué es peor) sirven, como mínimo, para enfrentarnos a nuestros miedos y nuestro nuevo conservadurismo, o quizá, para poner en evidencia cuán lejos estamos aún de ser libres e iguales, y cuánto tiempo hemos estado perdiendo en ese propósito desde la progresiva pérdida de ideología en el ámbito alternativo y en una de las música más comunicativas de los últimos 35 años, el hip hop. Es decir, el uso de la libertad de expresión como arma arrojadiza contra nuestras voluntades dormidas, inmaduras, indefensas o traumatizadas, en una suerte de lavado de cerebros consentido por los poderes públicas. O de cómo se convierte esa libertada de expresión en un parte del problema en vez de aportar alguna solución a nuestros males.

Precisamente de estas cuestiones hablan en el segundo corte de su primer álbum los Beatnigs, titulado "Television". Ahora, borra televisión y pon "Internet", la nueva forma de comunicación global, mucho más agresiva que la tele pues los agentes ideológicos imperiales (o sea, esa libertad de expresión que todo lo ampara), con su carga de machismo, racismo, neoliberalismo, homofobia y demás ismos castrantes, te interpelan a ti directamente, y tienes su basura ideológica en la bandeja de entrada de tu gestor de correo, a los pies de los vídeos que ves o de las noticias que te sacuden la moral una y otra vez.

"C.I.A." suena, con su multiplicidad de instrumentos casuales (campanas, timbres, la famosa sierra, etc) tocados por Tse, el ritmo entre maquinal y funk, y las melodías a lo George Clinton, como a unos Einstürzende Neubauten mezclados con Cameo.

Las ideas son tantas y tan estimulantes que supongo que muchos grupos de música inquieta y combativa los escuchó hasta la saciedad. Noto su influjo en, por ejemplo, Meat Beat Manifesto, Consolidated, DJ Spooky, Beck, Plastilina Mosh... que si no los han oído al menos han bebdio de las mismas fuentes. En "Street fulla nigs" incluyen un nuveo elemento, un ritmo EBM. Por esa conexión se escuchó este grupo en España, en el mismo lote en el que entraron Front 242, Alien Sex Fiend, Cabaret Voltaire, Anne Clark... en especial por la zona de Valencia. Es decir, entre los grupos de culto que fueron los precedentes de la muy denostada por inculta escena bakalaera (o makinera).

El grupo llegó a girar por Europa con alguien con tan pocas analogías estilísticas como Billy Bragg, como si las complicidades ideológicas de ambos proyectos justificaran dicha unión contranatura.

Lo sorprendente de un proyecto como este, tan original, repleto de ideas, que suena igual de rompedor y tocapelotas como cuando se publicó, es que no tuvo apenas repercusión y no generó un seguimiento ni suscitó escenas nuevas. Durante unos años Death Grips, procedentes de California igualmente, revivieron temporalmente esa mecha de rebelión, aunque con mensajes bastante más crípticos. La música huye de las proclamas hoy en día como de la peste. Como si quejarte de la crueldad del mundo equivaliera a querer vivir en Corea del Norte.

diumenge, 12 d’octubre del 2014

NICKI MINAJ: diva con sustancia. Parte I

(Esta entrada no está muy currada, lo reconozco. Son cuatro impresiones y algunos datos sueltos dentro de una carrera discográfica que ocupa a Nicki desde hace una década. Procuraré mejorarla en el futuro).

Nacida Onicka Tanya Maraj en 1982 en Trinidad y Tobago se crió en Jamaica, Queens, Nueva York. Hasta que entró de lleno en el nicho de mercado abierto por locas con pinta de travestís como Lady Gaga logró dejar algunas huellas en la industria discográfica.

Hacia 2004 hace sus pinitos en una canción grabada por los efímeros Park Slope, dúo de r'n b, especie de réplica de Charles & Eddie, en la escudería Tommy Boy Records. Lo hizo como  componente del colectivo hip hop Lou$tar & the Hoodstars, que recita unas líneas de rap, en la tradición dentro del r'n'b comercial de meter siempre versiones con colaboraciones de raperos desconocidos como relleno en los singles. De una manera parecida empleó su tiempo gente como Jay-Z a principios de los 90. Tiempos, entonces, principios de los 90, y posteriormente, todos los 2000 (y lo que te rondaré, morena), de transición, totalmente reacios a apoyar las carreras de jóvenes talentos en ciernes. En especial en un género tan poco respetable, en los tiempos de Jay-Z y en los de Nicki Minaj, como el hip hop, convertido muchas veces en indigno fondo sonoro para oyentes sin el menor criterio. El caso es que ella con su grupo aparece en el vídeo que se sacó de la versión hip hop del tema. Más información de Park Slope: http://www.music-house.co.uk/eurosolution/release_information.html?release_id=552.

Gucci Mane y Nicki Minaj. fuente: http://necolebitchie.com/2013/09/nicki-minaj-and-tyga-roast-gucci-mane/
Gucci Mane, nacido en  Alabama1980, es otro de esos raperos de vida descalabrada, cuyo acceso a la música profesional no parece sino agravar sus problemas. Ha ingresado en prisión varias veces. Sus tatuajes ocupan un lugar tan preeminente en su cuerpo como el cinismo en las letras de sus canciones. El mundo es una jungla despiadada en la que el que no corre vuela, en la que el que nace en el arroyo tiene que dejarse la piel y algo más para salir de él. Según http://bossip.com él y Wacka Flocka fueron decisivos en la carrera de Nicki, literalmente, cuando no era nadie (sería a principios de la década del 2000). Por entonces, aún en Atlanta, la rapera dormía en un coche. Sus dos "pigmaliones" se la beneficiaron a cambio de favores y contactos musicales, dicho por ellos mismos. Que ellos la pusieron en contacto con Lil' Wayne. Sordideces del mundo de la farándula.

Poco después Nicki Minaj empezó a sacar mixtapes a su nombre, de la mano del también rapero Lil' Wayne, que se había convertido en su mentor.

En 2009, es decir, años después de esos primeros contacto con Gucci Mane fue la "featured artist" en un tema del LP "The State Vs Radric Davis", del rapero. El título, "Sex in crazy places". El tema en cuestión, producido por Fatboi, nativo de Savannah, Georgia, es súper melódico. Redobles de batería, subgraves y un riff melódico de sintetizador que se repite incesantemente, ese reciclaje de sonidos de la vieja Europa en los 90, el eurobeat y el jungle, que se puso tan de moda en el hip hop de finales de la década del 2000. La letra, por otro lado, quitando la enrevesada e ingeniosa lírica de Nicki, es pura idiotez almibarada.

Nicki sólo pudo entrar y abrir su hueco en el mismo paquete de, como digo, las divas extravagantes, con generosa exhibición de tanga, glúteo y lo que hiciera falta, y, como quien no quiere la cosa, grabar algunas de las canciones más modernas y excitantes de los últimos años. El mundo de las divas como campo de pruebas de los productores más atrevidos, para escarnio de la siempre petulante escena alternativa. Y si encima hay talento, como en su caso y en el de Beyoncé, el disfrute es doble. En todo caso la primera parte de la primera frase sólo puede parecer una impresión o un prejuicio, contra las cuales lucha en la "Intro" de su mixtape de 2009. En ella se defiende de lo rápido que "ha llegado" tan alto... y eso que a esas alturas aún no era prácticamente nadie. Ya tenía que aguantar envidias y acusaciones varias ("no he llegado aquí por mis contactos o mi aspecto, si no porque me va la vida en ello: es lo que quiero hacer"), cuando llevaba años y años pidiendo favores y rebajándose ante tipos dudosos.

La mixtape en cuestión se titula "Beam me up Scotty", y viene patrocinada por el DJ de mixtapes Trap-A-Holic. Este dj también sacaría mixtapes de, por ejemplo, Juicy J (Three 6 Mafia) y del mismo Wacka Flocka Flame. La producción corre a cargo del anterior y de DJ Holiday, nacido Robert Avery, un dj y creador de mixtapes de Atlanta de gran renombre por entonces. "I get crazy", que fue sacada como single, es una brutalidad minimalista, con el fraseo rabioso de Minaj, la colaboración de Lil' Wayne y hasta una guitarra eléctrica. El tratamiento sonoro y hasta ciertas líneas y rimas de Minaj son homenaje claro, influencia o copia directamente de M.I.A. Ritmo machacón de los antros de baile del Tercer Mundo, del laboratorio global, que retornan al origen de casi todo, EE.UU., en donde sus mejores artistas, los más espabilados, están dispuestos, de nuevo, a asimilar la modernidad. Esta canción llegó al Top 40 de la lista de R'n'b. Según wikipedia Minaj quiso dejar sentado en este LP que era algo más que una tía llamativa. Se esforzó en las letras y en su técnica como rapera, hasta el punto de que consiguió ser considerada una de las mejores raperas en un ámbito casi exlusivamente masculino.

diumenge, 5 d’octubre del 2014

TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO: Muerte por ruido. Primera parte

Uno de los mejores grupos españoles actuales. Se limitan a coger material de los 80 y 90, de empaparse en murallas de guitarras y envolver con ellas melodías simples, rock garagero, sonido Detroit o indie británico de finales de los 80, y escribir letras rabiosas, turbias en significado y turbadoras en lo poco que se entiende. Pero con ese material tantas veces manoseado han construido una muy poderosa personalidad. Desde Galicia con odio. Se formaron en La Coruña, si bien sus miembros proceden del área de la capital y de la comarca del Barbanza, sita al norte de la ría de Arosa, en el límite con Pontevedra. Ahora viven allí, en la aldea de Abanqueiro, en Boiro (Rockdelux). Han logrado vivir del indie, con el mérito añadido de que lo han hecho sin salirse de un libro de estilo la mar de arisco. La atención enorme que suscitaron con su primer LP no se tradujo en volver su propuesta más asequible. Quizá ese éxito les ha indicado que iban por el buen camino. Ahora (2013), en plena crisis económica, y estructural en el caso de su tierra, casi se alegran de tener una ocupación "estable" como el rock & roll.
Podéis ver la lista de reproducción en youtube que estoy elaborando sobre el grupo:

https://www.youtube.com/watch?v=gbz1cPKqskA&list=PL8Eps3cPqtnXwPmjRgWbWPQjr4JX6j87n&index=2
Están o han estado en la banda Isa Cea Álvarez, Rodrigo Caamaño Diez, Julián Ulpiano, Óscar Vilariño, Rafa Mallo y Zippo. Los dos primeros, pareja, son el núcleo duro. Rodrigo escribe todas las canciones y las canta casi todas. Isa (natural de Rianxo) canta alguna que otra, las más pop, y toca el bajo. Éstas últimas son el activo principal del grupo, sus tarjetas de presentación, infalibles gemas de noise-pop. Rodrigo e Isa nacieron en 1978 o sea que lo suyo no es revivalismo: vivieron de lleno en su adolescencia la explosión del indie-rock, del noise, de la era de descubrimiento y adoración a My Bloody Valentine, Sonic Youth o Ride. Las primeras canciones, aparecidas en 2006, con su temática posadolescente, humoradas acerca de la vida universitaria incluidas, debían rondarles desde unos años atrás.

Antes de sus primera grabaciones fueron cuarteto; luego quinteto y luego trío. Blas Silva, en la fase de cuarteto, tocaba guitarra feedback y ponía voces (Indyrock).


Rodrigo Caamaño, Julián Ulpiano e Isa Cea. fuente: http://www.lavozdegalicia.es/SSEE/encuentros/anteriores.jsp?ID=1174920443147

Todo empezó con una primera maqueta, envuelta en peluche rojo, y un EP autoeditado, que debe valer su peso en oro, titulado "Salud y belleza" (http://lafonoteca.net/grupos/triangulo-de-amor-bizarro/#j).

Dejaron un tema, "San José", a un recopilatorio de 2004. Ese año y el siguiente presentaron sendas maquetas al Proyecto DEMO del Festival de Benicàssim en colaboración con Radio 3, en los que llegaron a la semifinal (wikipedia) (¿derrotados ante quién? No he encontrado otra referencia al respecto en la web). Dos años más tarde aparece "El himno de la bala" en el recopilatorio "Escucha universia". Ese mismo años aparece "El crimen: cómo ocurre y cómo remediarlo" en otro recopilatorio, "Mushroom Pillow Vs. 69". Ambas canciones acabarían apareciendo en su álbum de debut, y serían sendos singles.

"Triángulo de amor bizarro" sería su LP de debut. Lo publicó Mushroom Pillow en 2007. El éxito del LP los desbordó. Julián se bajó del carro: giras infinitos, tensiones... De nombre completo Julián Ulpiano Muñoz Moreno, nació en 1975 en Elche de la Sierra (Albacete). Comenzó a tocar la batería en 2003 de forma autodidacto. Sus referentes eran David Lovering (Pixies) y Stephen Morris (Joy Division, New Order). Actualmente toca como hobby. Trabaja en su pueblo natal, en una empresa de artesanía. Está en el grupo Totus.

Caamaño cantaba en casi todas las canciones, tocaba guitarras y teclados. Junto con los otros miembros de la banda, que a esas alturas se reducía a Cea y el batería Julián Ulpiano, escribe las canciones. Los tres internvienen también en la grabación. Desde el principio tratan de controlar en la medida de los posible el sonido que quieren conseguir. Según la mencionada entrevista de Rockdelux el papel en la composición, en especial las letras, lo asume en solitario Rodrigo aunque prefiera diluir su responsabilidad en los créditos de los discos. Del primer disco dice que las letras son ideas sueltas, no hay unidad temática. También, que a pesar de la mala uva que destilan cree que detrás hay también sentido del humor. Será humor gallego, digo yo. En cuanto al sonido, tan abrumador, apunta que suenan así para poder oírse por encima de la batería, que es la guía principal de su sonido. También, que Phil Spector es una gran referencia. Sí, aunque más que muro de sonido lo suyo es muralla o acantilado de sonido. Isa canta en algunas canciones, hace coros, toca el bajo y teclados varios, como el Casiotone. Por último, Julián toca bajo y mete coros.

**********************


Carlos Hernández Nombela. Foto de su perfiel en linkedin
Entre los colaboradores más destacados en ese debut se encuentra Carlos Hernández Nombela. Se encarga de la producción junto con el grupo y mete guitarras. Nacido en 1972 en Madrid es un apasionado del sonido y uno de los técnicos  más avezados de la escena alternativa española. Lo cuentan muy bien en una estupenda entrevista publicada en http://web.archive.org/web/20090505082000/http://www.sonicwavemagazine.com/es/art.php?i=463, que data de hace mucho tiempo, 2002. La pasión por la música la heredó de un padre enamorado de los Beatles. En la adolescencia se compró una guitarra y se juntó con amigos para intentar parecerse a Los Nikis o Siniestro Total. Cuando la cosa llegó a mayores, con grabación de maquetas y actuaciones en directo, se vio encargándose siempre de los detalles técnicos. Descubrió que esa parte de la música le apasionaba. Pronto se vio haciendo de encargado de sonido en conciertos de otras bandas.

Estudió tres o cuatro cursos privados y, finalmente, hizo un módulo de sonido. Con el título bajo el brazo encontró trabajo en una empresa de sonorización de Madrid, donde estuvo seis años. Más tarde le ofrecieron sonorizar un concierto de Los Planetas, cosa que aceptó encantado: era un gran fan del grupo. Había clavado su primera pica en Flandes en el territorio indie. Pasó a sonorizar conciertos de Los Enemigos. Éstos compartían compañía de management con Los Planetas (Attraction), motivo por el cual entraron en su órbita.profesional. Después llegaron Los Hermanos Dalton, Australian Blonde, Undershakers, Nosotrash, Mercromina o Chucho como más conocidos. 

En 1998 Novi, bajista del grupo granadino PPM, le propuso producirles un LP. Se trataba de "3rd round brand new P.R. sound". Inauguraba así su faceta de productor, en la cual se convirtió en uno de los más destacados del panorama indie español. Cuenta en la entrevista en cuestión que cuando recibe el encargo de producir a un grupo lo primero que hace es escuchar la maqueta, si la hay, y, si no, verlos en su local de ensayo. Luego inquiere a los del grupo sobres sus gustos, sobre lo que están escuchando. Con toda esa información Carlos trata de crear "algo nuevo", pero siempre de acuerdo con el grupo. Es como hacerles un traje a medida pero con el toquecito creativo, digo yo. A la altura de 2003 su laboratorio no era otro que el estudio El Refugio Antiaéreo, propiedad de Los Planetas. Un estudio analógico. Carlos dice que el sonido analógico es muy superior al digital, pues en este último se pierde irremediablemente información. También que la producción es la faceta menos valorada de la creación musical, pues por motivos económicos los sellos y los grupos no pueden permitirse un trabajo de producción de lustre. Es por eso que a pesar de su enorme bagaje apenas sea conocido fuera de su pequeño nicho. Para entonces había producido para Los Hermanos Dalton, Mercromina y Los Planetas.

Para 2003 también llevaba varios años encargándose de la sonorización del FIB.

En la entrevista también habla de su faceta como coleccionista de cacharrería musical: guitarras, amplis...

Lo suyo era un trabajo por amor a la música que más le gustaba. A esas alturas trataba de ganarse la vida dedicando todo su tiempo a la música que le gustaba verdaderamente, aunque no sabía hasta cuando podría seguir así dadas las exiguas dimensiones del mercado de la música independiente en España.

Si tratamos de rellenar los huecos hasta completar el currículum impresionante que luce en el artículo de wikipedia deducimos que al final, después de todo, ha tenido que buscarse ocupaciones más estables, como profesor de sonido en un instituto y en una universidad (no sé si sigue o no), así como producir y ser el encargado del sonido para músicos más convencionales, como Pereza, Joaquín Sabina, Bunbury o Ariel Rot. A cambio ha podido hacerse su propio estudio, El Castillo Alemán, en Pedrezuela (Madrid), y estampar su firma en discos de Nacho Vegas, Sr. Chinarro o La Habitación Roja, entre muchos otros. Su labor como técnico de directo se ha ido reduciendo, aunque incluye a Sexy Sadie, Najwa Nimri o Triángulo de Amor Bizarro.

En 2011 firmó un contrato con una editorial para componer música para programas de televisión y grupos. El campo de acción se amplía.

************************

"El fantasma de la transición", cantada por Isa, es como el premio por aguantar estoicamente la agresión de los temas previos: presión - liberación. Quizá esa es la idea. La belleza y la perfección se obtienen atravesando dificultades y peligros. A continuación, "Mal como efecto de mala voluntad" tiene una letra gloriosa, que entiendo como explicación de la cultura y la alegría popular como lo único que nos queda después del expolio al que siempre se ha sometido al pueblo por las élites: "sólo nos queda brillar".
Óscar Vilariño se sumó al grupo para el seguno LP, tocando los teclados. De esa época es también la incorporación de Rafael Mallo (nacido en 1983). La marcha poco después de Óscar fue suplida por Rafa Muñoz, Zippo (nacido en 1988).