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dimecres, 21 de desembre del 2016

LOS DIVINOS: LEONARD COHEN, SCOTT WALKER...

También Everly Brothers, Roy Orbison, Astrud Gilberto, Françoise Hardy, Leonard Cohen, Vainica Doble, Roxy Music, Cecilia, Echo & The Bunnymen, The Smiths, Mazzy Star, The Divine Comedy, Roisín Murphy, Broadcast, Camera Obscura, Final Fantasy, Lana del Rey, esa gente que canta proyectando su voz hacia dentro y mirando lánguidamente al vacío.

Comentarios a las canciones del playlist de youtube:

https://www.youtube.com/playlist?list=PL8Eps3cPqtnVkxMTaRWU-bZSUgHiyxLNI

1956: The Everly Bros. - Keep a'lovin' me.

Cara A del primer single que grabaron. Tenían entonces 19 y 16 Don y Phil Everly, los hermanos Everly, y habían sido fichados por Columbia Records muy recientemente, a resultas de la gestión de Chet Atkins, amigo de los padres de los muchachos, y gerente del estudio del estudio que el sello RCA Victor tenía en Nashville. A pesar de la juventud de los chicos tenían un amplio bagaje a sus espaldas, una vida sumergidos en la música folk y en el country. Esta canción muestra la influencia que por entonces tenían Hank Williams (según Ironman374, usuario de youtube) o de Bill Monroe, el rey del bluegrass, en el dúo.

No podía ser de otra manera pues ellos no hacían más que continuar la tradición musical familiar. Sus
"Keep a'lovin' me", 1956, primer single de The Everly Brothers
padres, Ike Everly y Margaret Embry Everly, de hecho, eran músicos profesionales. La familia tuvo una vida errante por el EE.UU. del medio oeste tan pronto como Ike decidió colgar el pico y la pala -era minero- y dedicarse a su afición predilecta. Fue su padre, abuelo de Don y Phil, quien le aleccionó a seguir una carrera musical, cosa bonita teniendo en cuenta lo poco proclives que suelen ser los padres a las inclinaciones artísticas de sus hijos. Eran los años 20, o los 30, época dura en el mundo rural estadounidense. Probablemente no era ninguna tontería tirar de ese talento para la música para mejorar sus condiciones de vida frente a la dureza del trabajo en la mina.

Antes de dar ese paso Ike era un músico aficionado, que, eso sí, se tomaba su afición muy en serio. De un músico negro de su pueblo natal (Brownie, condado de Muhlenberg, en Kentucky; nació en 1908) llamado Arnold Schultz, aprendió Ike una técnica original de tocar la guitarra sajona (nombre apropiado para la guitarra acústica, la guitarra de cuerdas de metal inventada en los EE.UU. a finales del siglo XIX), el fingerpicking, que es un estilo, quizá heredado de la música hawaiana, quizá de guitarristas de los Apalaches del siglo XIX, que usaban los negros desde los años 20 y que consistía en tocar con la guitarra una melodía y un ritmo al mismo tiempo. Al parecer, según http://www.everlybrothers.net/history/, Ike fue quien introdujo (o reintrodujo) entre los músicos blancos esta técnica, pues enseñó lo que había aprendido a su vez a su amigo guitarrista Merle Travis, y de éste se derivó la forma de tocar la guitarra en el country contemporáneo y en el bluegrass.

La familia Everly: ellos parecían felices
(fuente: http://forum.everlyfans.org/topic/3417/the-everly-family/)
La estabilidad geográfica de Ike y los suyos se rompió no bien los hermanos vinieron al mundo, en 1937 Don, y Phil en 1939. En 1938 Ike decidió dar el paso y buscarse la vida con la música. Se desplazaron a Chicago (580 km; dos estados de distancia) y comenzó entonces una vida en continuo movimiento, en función de dónde consiguieran un trabajo estable, siempre con un contrato para tocar periódicamente en directo en alguna radio. A Phil le dio tiempo de nacer en la gran urbe del Norte. Su padre ya tenía hora fija en una emisora con The North Carolina Boys.

Los hermanos fueron a la escuela en Waterloo, en el estado de Iowa (a casi 500 km de Chicago); pero pasaron gran parte de su infancia en Shenandoah, a 400 km de Waterloo: sus padres consiguieron tener un programa fijo en una emisora local y se mudaron allí en 1945. Ike cantaba y tocaba la guitarra y Margaret cantaba haciendo armonías con su marido. Los hermanos sustituyeron a su madre como acompañamiento musical de Ike siendo aún unos chiquillos, conocidos como LITTLE DONNIE AND BABY BOY PHIL, nombres que lo dicen todo de su juventud. Se les conocía como THE EVERLY FAMILY. Nuevo contrato a la vista, esta vez en Evansville, Indiana (890 km), en 1952.

The Everly Brothers con Chet Atkins en 1956 
(fuente: http://www.everlybrothers.net/history/)
No quedó ahí la cosa: en 1953 nueva mudanza, esta vez hacia el sur, a Knoxville, en Tennessee, a 530 km de Evansville. Fue allí donde Chet Atkins vio potencial en los pequeños de la familia. Cuando la familia se mudó -una vez más-a Madison, en el mismo estado, otros 300 km de errar por un país inagotable, los chicos pudieron, ya adolescentes, estudiar en la cercana Nashville, un lugar muy aparente para arrancar una carrera musical. En total 3.200 km hasta 1955, en esa costumbre americana que tanto nos cuesta entender  a los españoles de moverse sin descanso dentro de su país, para cambiar de aires, para ganarse la vida, para mejorar sus expectativas vitales...

Kilómetros y kilómetros de paisajes vastos, campos de cultivos, bosques, pequeños núcleos urbanos, un mundo de gentes dedicadas al trabajo rural, amantes de sus tradiciones musicales, un mundo cerrado y escasamente receptivo a aquello que se desarrollaba en el medio urbano, en las costas este y oeste, con la excepción del lustro que pasaron en el gran polo industrial de Chicago. Los chicos recibieron la influencia ecléctica de su padre, amante del country & western, pero también, como sabemos, del blues y la tradición negra. Estaba claro que todos los pioneros del rock & roll surgieron de un mundo fronterizo entre esos dos universos aparentemente impenetrables constituidos por la música blanca y la música negra. A pesar del racismo de aquellos tiempos (y de los actuales, esa inquina a la escena urban durante décadas...) había quienes no dudaban en cruzar sus caminos con sus convecinos negros y aprender de ellos. Ahora, 70 u 80 años más tarde, en el mundo del indie cada vez más músicos admiten que sus referentes son Beyoncé o las producciones de Kanye West. Ya son años, y décadas dentro de la música blanca estadounidense en la que se han dedicado los músicos a buscar en tradiciones blancas. La cosa no daba para más, se le veían cada vez más las costuras, y, aunque cueste lo suyo, y suene a desprestigio juntarse con esa gente malhablada y sin referentes morales, poco a poco, tímidamente, van dejándose los prejuicios a un lado.

El bagaje que llevaban los chicos cuando grabaron su primer single era adecuado y atrayente para los
campesinos de Iowa, Indiano o Kentucky... pero en Nashville la tradición se estaba preparando para transformarse en una industria. Sus voces agudas, al estilo bluegrass, idóneas para hacerse oír en actuaciones sin amplificación, podían resultar poco atractivas para un público acostumbrado a platos más sofisticados. Por no hablar de la expectativas de un sello como Columbia, sede de crooners, jazzmen sofisticados, artistas de prestigio de otros países (Edith Piaf, Charles Trenet, Amalia Rodrigues...), música clásica interpretada por los mejores, Karajan... ¿Qué podían hacer con esos críos recién cosechados de un lugar desconocido, ese EE.UU. profundo, para el gran mundo de la gran ciudad? Por no hablar del creciente interés del público por el recién nacido rock & roll.

1964: Davie Jones and the King Bees - Liza Jane. Ver en http://destripandolacancion.blogspot.com.es/2013/08/david-bowie-primera-grabacion-como.html. Estreno discográfico de David Bowie, aún jovencísimo, en busca de su identidad. Se apuntó al carro del rythm & blues británico, entonces en plena efervescencia, sin que mostraran, ni él ni su bisoño grupo, grandes aptitudes.

1965: The Walker Brothers - My ship is coming in. Cuarto single del grupo, que alcanzó el puesto tres de las listas británicas. Los vemos en el playback televisivo hieráticos, todo postureo, bellísimos... Las chicas se derretían con ellos. Eran, en su apariencia, como una versión pija o intelectual de los Beatles. Musicalmente no tenían mucho que ver: la voz espléndida de Scott, profunda, con vibratto, frondosos arreglos de cuerda, como una versión algo más blanca de los Righteous Brothers, quienes a su vez blanqueaban los hallazgos emotivos de Nat King Cole o el Ray Charles baladista.

1981: The Blue Nile - I love this life. El primer single de los de Paul Buchanan ya daba pistas del synth pop ilustrado que nos abrumaría a mediados de los 80. Grupo de Glasgow formado por universitarios que encontraron su identidad en el sofistipop de la época y en el tecnopop, a lo que se unía el interés por Roxy Music. La voz de Buchanan sería el punto de fuga hacia una emotividad que les alejaba de cualquier categorización fácil, pero el gusto por los arreglos cuidados, inesperados, diseñados por Robert Bell, bajista, que conferían una cualidad impresionista a su música también tuvo mucho que ver en su conversión en un grupo asombroso.

1982: Talk Talk - Talk talk. Tema que abría el primer álbum del grupo de Mark Hollis, titulado "The party's over". En plena fiebre tecnopop apenas se vislumbra el grupazo que llegaron a ser. Hasta en la letra se desmarcan de cualquier profundidad o ambigüedad: parecen hartos de alguien que, en plan Pepito Grillo, pretende llevarles a su terreno. Por suerte quien fuera al final se salió con la suya.

1995: Stiffs, Inc - Chelsea, de su primer álbum, "Nix nought nothing". Antony Hegarty, con 24 años,
Portada del álbum "Nix Nought Nothing", editado en 1995
les produjo el álbum entero. El futuro líder de Antony and the Johnsons, luego rebautizado como ANOHNI, tuvo un pasado punk. En aquella época estaba en un colectivo que hacía perfomances en Nueva York llamado Blacklips, escribía y ponía en escena obras de teatro mega underground, cantaba en clubes nocturnos con el acompañamiento de música pregrabada y reproducida con un radiocassette (wikipedia)... y también alternaba con la escena punk de la Gran Manzana. Puso la voz en un single del efímero combo FUR ("Que esta banda no sea más conocida que Dios es una tragedia para el rock", cita de Alternative Press que es a su vez citada en el libro New York Rock: From the Rise of the Velvet Underground to the fall of CBGB de Steven Blush)

Y entró en contacto con esta banda de punk arty, en realidad punk de sonido lo fi y respetable arquitectura melódica. Un punk evolucionado desde el original británico de 1976-77, más cerca del rock underground estadounidense de principios de los 70 (Modern Lovers) que del entonces tan vigente hardcore-punk tipo Green Day o Bad Religion. Aparte de buena música, una especie de punk atemporal, anclado en la tierra de nadie de aquello que nació para tener mejor suerte pero quedó convertido en un hito subterráneo, contaba el grupo con una parafernalia visual original: vestían con atuendos de finales del siglo XIX, anteojos, reloj con cadena y demás. De hecho en el micro artículo que les dedican en wikipedia bautizan su estilo musical como "Victoriano posorwelliano".

La otra característica insólita de esta banda son sus intrincadas letras, literarias, repletas de citas culturales e históricas... Un grupo como para hincarle el, diente todo enjundia, y condenado, como vengo diciendio, al culto más minoritario.

No llegaron a ningún sitio, pero varios de sus miembros han seguido residiendo en las catacumbas del pop, aquellas que ni el indie se digna a considerar. El guitarrista PAUL BOERING formó el grupo BEAUT con MARTI DOMINATION, compañero de Antony en Blacklips; por su parte WHITEY STERLING montó un grupo de pop electrónico, UMBRELLA BRIGADE, que sacó su primer álbum en 2008.

De hecho Stiffs, Inc. eran una de las apuestas híper undergroung del sello Onion Records. Este apareció como una subdivisión de American Recordings, el sello de Rick Rubin, conocido hasta 1988 como Def Jam Recordings, una de las principales casas del hip hop  en los 80. Rubin había acertado en intuir por donde podían ir los tiros comerciales durante años, con sus apuestas por el hip hop, grupos varios de heavy metal o rock duro. Sus búsquedas en los márgenes, a la caza de grupos de verdad, cuyos sonidos pudieran condensar esa verdad callejera que conectara con el gusto general, habían cometido el error de subestimar la escena del rock alternativo. Y de ahí surgieron numerosos bombazos en los 90, desde REM a Pearl Jam, de Red Hot Chili Peppers a Nirvana. Como ocurriera con las demás multinacionales (American Recordings era distribuida por una, lo que la convertía en parte del tinglado) el emporio de Rubin decidió encontrar a esos nuevos Nirvana que arrastraran sus bambas mugrientas en el local de conciertos más lóbrego de la ciudad. Y fundó de ahí surgió Onion Records. Ninguna de su apuestas, que se concentraron en un año 1995 de gran hiperactividad, consiguió repercusión alguna. El esfuerzo de producción (no sé yo si hubo tal en el tema de la promoción) arruinó Onion, que cerró rápidamente, arrastrando en su caída a su plantel de artistas recién sacados del arroyo para volver a caer en él (información sacada de http://straighttovideorecords.bigcartel.com/product/thomas-jefferson-slave-apartments-straight-to-video-lp).

Leonard Cohen: "Old ideas", su álbum de 2012
2012: Leonard Cohen - Going home. Tema uno del álbum "Old ideas". Un hilo de voz y una letra memorable, humorística y sabia, acerca de todo y de nada. Una canción para cuando una, con sus 45 años a cuestas, siente que ya se le ha pasado el arroz, que las cosas que ha hecho, estos escritos en Internet y esos otros que no son públicos, son una mierda, una pérdida de tiempo, que qué coño me creo, no valgo para nada y nunca saldré del anonimato, y me estoy haciendo vieja, invisible, irrelevante... todo eso que siento traducido en versos de un hombre que por entonces tenía 78 años, tenía todo el reconocimiento del mundo, uno de los músicos más relevantes del siglo XX, el otro gran poeta del pop, tan acreedor del Nobel (o más) que el desagradecido de Bob Dylan. Leonard Cohen se ve insignificante, se considera un tío deleznable (un hijo de puta gandul, en sus palabras), un tío que va todo trajeado, en su "disfraz", enfundado en su personaje, personaje que le parece ridículo e inservible. El torrente adulador de palabras de todo quisque no ha servido para inflamarle el ego, cosa harto difícil, harto inusual. Y lo emocionante, lo sublime de esta canción, es la serena aceptación del hecho de la muerte, a la que llama su "hogar". En ese hogar se desprenderá de esa carga tan agobiante del yo, de la importancia que uno se  atribuye, o, en el caso de Leonard, que le atribuyen.

78 ya eran años, y no digamos los 82 con los que ha muerto, y él, años antes del hecho luctuoso, ya decía que no tenía inconveniente en pasar al otro lado. Así que si él lo veía con tanta frescura ¿porqué apenarse por su muerte? No es una gran pérdida, con 82 años una vida está más que amortizada, más que vivida. Él pudo decir lo que tenía que decir, incluso se permitía el lujo de alejarse del mundo de la música, y hasta se vio obligado a volver porque se vio de pronto arruinado, estafado por su mánager. No fue un maldito, gozó de reconocimiento casi siempre, hasta los 80, aciagos para toda la generación de músicos de los 60 y 70 (desde Bowie a los Stones, Neil Young, Bob Dylan, Lou Reed, Stevie Wonder... casi todos los grandes sin excepción), fueron testigos de dos de sus mejores discos, y su estilo minimalista se adaptaba como un guante a la estética tecno pop de la época. Se metió en un convento budista en los 90 porque quiso, porque ya entonces le sobraba todo esto, y lo que vino después fue un epílogo inesperado, una vuelta por necesidad, ni siquiera reclamada por sus múltiples seguidores, y volvió porque pudo. Sin problemas: durante años el cuerpo aguantó, hasta que de nuevo saturado por el trabajo y por la atención mediática constante que su actividad incesante provocaba lo único que añoraba era que le dejaran en paz.

O sea que nada de lutos por alguien que probablemente lo tuvo todo.