Translate

dimecres, 22 de juliol del 2015

BAKALAO: el génesis

Viene de Dejémoslo claro: el bakalao mola.


El artículo que dedican en wikipedia al fenómeno está muy bien, si bien no es fácil de encontrar así de primeras. El título del artículo es “Ruta Destroy” en lugar de ser Mákina o Bakalao, con lo que… El único problema es que ignora por completo el impacto brutal que tuvo el bakalao en el sur de la provincia de Alicante, que rápidamente traspasó la frontera murciana. No creo que sea correcto decir que el centro de todo estaba en Valencia capital porque en estas tierras a mediados de los 80 el bakalao era un fenómeno alucinante. De cómo se pasa en unos años de las discotecas con reservados a dedicar la vida y el cuerpo a una música que no era rompedora, sino lo siguiente, que no tenía nada que ver con lo anterior, es algo digno de estudio. De entrada a los neófitos el tema nos intimidaba. Era un movimiento para adultos, para chicos y chicas de más de 18, con ingresos suficientes como para tener un coche para ir a las siempre lejanas discotecas (o con unos padres con ingresos suficientes, también) y para pagar las caras entradas y la cara droga (otro de los elementos más inquietantes para muchos).

Discoteca Maná Maná (fuente: http://www.komandoradikal.com)
De cómo se pasa de ir a la discoteca o al bar, para socializar con los amigos o para ligar, a sumergirse en el magma de un sonido atronador, entregarse a la ceremonia del exceso porque sí, rodeado de decenas, o cientos, de congéneres con el mismo propósito, habla de un país en el que, desde luego, la juventud se tomó la libertad por la cara.  Los fenómenos de la movida y del rock radical vasco respondían, con sus respectivas visceralidades, al mismo patrón, si bien la movida valenciana dislocada por el bakalao nunca ha gozado del mismo reconocimiento, o de reconocimiento alguno, para ser exactos. Desconozco las razones porque si miro atrás, hacia esa fiebre que yo sólo viví de soslayo, veo un fenómeno que no deja de alucinarme. Es como estar en el lugar más futurista del mundo, a finales de los 80, por delante de los países anglosajones, fuentes y referentes de todo. Coger su música más underground y convertirla en referente de miles y miles de personas, que, de repente, eran capaces de entender y disfrutar de música que en sus países de origen pasaba inadvertida por lo inaccesible. Y pincharla a un volumen brutal en macrodiscotecas situadas en polígonos industriales. Y no cerrar en todo el fin de semana, la noche confundida con el día. Y, mientras tanto, crear técnicas para pinchar esa música, y, de ahí, a hacer música inspirada en los originales. Las raves británicas aparecieron en 1987, unos cuantos años más tarde de que en Valencia y en el sur de Alicante se descubriera que no hacía falta cerrar la discoteca, que la gente no se iría nunca.

Como decía alguien es una lástima que no se haya estudiado el fenómeno en profundidad porque es realmente fascinante. Es lo que pasa por estar aquí en este andurrial valenciano, fuera de los centros de poder.

Tiene características muy marcadas, que lo diferencian de las otras movidas que he comentado. Si en Madrid y el País Vasco giró en torno a grupos, que crearon tanta buena música que aún es posible esperar unos cuantos años más a otra nueva explosión pop (es un decir), en Valencia las aportaciones fueron más bien escuetas, si bien, como los anteriores, los músicos supieron crear sus propia escuela española de techno dance, y los que no, los que se limitaban a imitar sonidos foráneos lo hicieron también de maravilla. El rock radical vasco estaba fuertemente ideologizado, describía un estado de ánimo, como contar la supuesta guerra mantenida entre el Estado y ETA desde el otro lado; el bakalao carecía de ideología pero al menos no establecía bandos: todos pueden bailar, opresores y oprimidos. Por último en el bakalao no había postureo ninguno, ni sus oficiantes pretendían superioridad moral sobre nadie: cualquiera podía unirse, lo que lo diferencia radicalmente de los primeros tiempos de la movida, marcada por el esnobismo y el clasismo.

El bakalao se convirtió rápidamente en un movimiento musical para la clase trabajadora: sólo quienes contaban con un sueldo podían permitirse pasar el fin de semana en la “nube”; mientras, los estudiantes universitarios, generalmente de clase media-alta, observaban el fenómeno con recelo, sumándose a él por la puerta de atrás, en las versiones light de las discotecas KKO (en Torrevieja, abierta en 1992, en pleno esplendor del género) o Sakkara (Guardamar).

Esos currantes veinteañeros tenían cultura la mínima y, como digo más arriba, entendían más de música que casi todo el mundo a la altura de 1986, anticipándose por años o décadas a la cultura del baile que después se iría desparramando por todo el Globo.

****

Juan Santamaría, a la dcha. (levante.com)
Bueno, pues según el artículo de wikipedia todo empezó en la denominada movida valenciana, fenómeno que no tuvo mucha trascendencia fuera de la ciudad de Valencia, pero pareció sentar las bases del futuro bakalao. Todo fue como una casualidad, que se fue inflamando debido a las características económicas y sociales de la región, de las que hablo en mi primer post dedicado al bakalao. En la ciudad de Valencia pegó muchísimo el fenómeno Neo Romantics, lo que explica la existencia de numerosos grupos de tecno pop, el género favorito de los discípulos de Lord Byron y Beau Brummel. Vídeo, Glamour, Betty Troupe, con su sonido sintético, reflejaban el interés de los más enterados del mundo musical valenciano por lo último de lo último en el Reino Unido. Así, según el artículo, en España desembarcó Soft Cell por Valencia. El synth pop era esa rareza que alegraba la noche en los pubs valencianos, pero no tenía aún su centro neurálgico. Un visionario llamado JUAN SANTAMARÍA llevaría a cabo la maniobra que desencadenaría en poco tiempo el nacimiento del bakalao. Este señor creyó que los melómanos más enterados de la ciudad necesitaban su propia discoteca. Estamos hablando de finales de los 70.

Antes del cambio de década ya había puesto la miel en los labios de algunos en su primer proyecto, la discoteca Oggi, que fue cerrada por problemas con el tráfico de heroína (el estigma de la música de baile…). Antes de eso, Santamaría, imaginando la discoteca como un lugar para descubrir y bailar la música más avanzada, pincharía synth pop y post-punk británico. Luego, Metrópolis, en donde quiso crear, ampliando su eclecticismo, un lugar de acogida para todas las tribus urbanas de la ciudad (mods, rockers, skas, punks, góticos, etc.), en una amalgama que, obviamente, no acabó bien.

BARRACA, por dentro. Aún está abierta (fuente: http://www.levante-emv.com)
El deambular de Santamaría acabó en 1980 en Barraca, demostrando que su idea tenía y tendría, como sabemos, mucho recorrido. Barraca estaba a 20 km. de Valencia, en el término municipal de Sueca. Llevaba abierta desde 1965 y hasta ese momento era un templo de la música disco. Santamaría entremezcló con el funk y el soul bailable sus filias británicas, tan distintas, brumosas y chirriantes que supongo que se produciría un cambio de público radical.

El cambio de look de Barraca se consumaría en 1982, con la sustitución de Santamaría a los platos por CARLOS SIMÓ, que, según wikipedia, puso aún más énfasis en las músicas blancas, en las músicas británicas, en oposición a la música disco dominante en todo el mundo durante más de un lustro. Esas músicas blancas incluían a unos recién estrenados por entonces U2, DEPECHE MODE, THE CURE, THE SMITHS, JOY DIVISION, THE STRANGLERS, THE CLASH, BIG AUDIO DYNAMITE, SIGUE SIGUE SPUTNIK, GENERATION X, PUBLIC IMAGE LIMITED, B-52, A FLOCK OF SEAGULLS, VISAGE, ULTRAVOX, INMACULATE FOOLS, PSYCHEDELIC FURS, SIMPLE MINDS, THE PRETENDERS, A POPULAR HISTORY OF SIGNS, THE FALL, HOODOO GURUS, YAZOO, OMD, NINA HAGEN, TEARS FOR FEARS y hasta los STRAY CATS. Eran, como dicen en http://rutadestroy.com/historia-de-la-ruta/origen-de-la-ruta, por entonces grupos alternativos, que después, algunos de ellos, se convertirían en grandes estrellas. Eran, también, de lo mejor que la música pop ofrecía en ese momento, arriesgados, originales y muchos de ellos con esa aura tristona y melodramática que, incluso hoy, suena en lo que queda del bakalao contemporáneo. De esa pasión por un momento musical entonces de lo más excitante surgió, pues, una revolución.

Lo suyo ahora es hacer una playlist con canciones de la época de esos grupos tan guapos, para ponernos en situación, cosa que haré en breve.

Y aquí está.

1982: Y entra en escena Chocolate, y con ella, la llegada a España de la EBM y la coolwave, antecedentes inmediatos del sonido mákina.


Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada