Cara B del primer
sencillo del cantante; en la otra cara estaba “That’s alright (mama)”. En el
sencillo original la canción aparece acreditada a Elvis Presley junto a SCOTTY
and BILL. La autoría del tema corresponde a BILL MONROE. El sencillo fue
publicado por SUN RECORDS.
El tema fue grabado en las mismas sesiones que alumbraron
“That’s alright (mama)”, es decir las que tuvieron lugar en Memphis, en los
estudios propiedad de SAM PHILLIPS, los días 5 y 6 de julio de 1.954. Elvis
conocía la canción, grabada originalmente por BILL MONROE & THE BLUEGRASS
BOYS, porque la escuchó durante su niñez en el programa de radio Grand Ole Opry, que se emitía los
sábados por la noche (mensaje de “leon’a wilson-mann” en youtube).
Los críticos musicales señalan la importancia de que fuera
ésta y no otra la canción elegida para acompañar al blues de Chicago de “That’s
alright (mama)” en el primer disco del de Tupelo por el hecho de que se trataba
de una pieza de country (en concreto, del subgénero bluegrass). Un blues en la
cara A y una pieza country en la B. En el tempo del tema y en la virtuosa eficacia instrumental de BILL BLACK
al contrabajo y SCOTTY MOORE a la
guitarra no había mucha diferencia entre ambos lados del disco. Lo único
realmente distinto era la forma de cantar de Elvis, más modulado y grave en su
acercamiento al country de “Blue moon of Kentucky”.
En todo lo demás, en ambas caras del sencillo reinaba el
mismo espíritu, libre, grácil y, al mismo tiempo, de tensa e imparable
electricidad, electricidad entendida de modo metafórico, electricidad porque en
estos primeros balbuceos del rock éste aparecía ya terso, rebelde e inocente,
preparado para hacer feliz a tantos y tantos jovenzuelos porque era joven,
adolescente y guapo y sexy, ya desde el principio.
Elvis y sus mercenarios, el primero adolescente y dotado con
un don de la naturaleza para la música, ávido consumidor y absorbedor de
sonidos; los otros, maestros en su oficio, expertos en cómo llenar una canción
con los mínimos elementos porque llevaban lustros dedicándose a vivir de esto,
a bregar en los escenarios más cochambrosos y exigentes que se pueda imaginar,
a dar al público la clase de vibración, de ritmillo que esperaban, aunque resultara
que el tal ritmillo fuera bastardo, mulato o negro, ya lo sabían todo desde un
principio porque resultaba que el rock & roll nació como una música popular
más, que no pop, y, como todos sabemos, en la música popular todo suena
natural, ensamblado en el engranaje de la vida porque forma parte de la vida.
Pues eso, que los críticos señalan que precisamente se
eligieran dos canciones de dos tradiciones que andaban paralelas, mirándose de
reojo, como eran las músicas populares blanca y negra en los Estados Unidos. El
rock apareció porque acabaron encontrándose y abrazándose dichas músicas en algún punto de la década de
los 50, y no hubo mejor ejemplo ni más gráfico que el del dichoso sencillo de
marras.
*****
A continuación, la letra:
Blue moon, blue moon, blue moon,
keep shining bright. Blue moon, keep on shining bright, You're gonna bring me back my baby tonight, Blue moon, keep shining bright. I said blue moon of Kentucky keep on shining, Shine on the one that's gone and left me blue. I said blue moon of Kentucky keep on shining, Shine on the one that's gone and left me blue. Well, it was on one moonlight night, Stars shining bright, Wish blown high Love said good-bye. Blue moon of Kentucky Keep on shining. Shine on the one that's gone and left me blue. Well, I said blue moon of Kentucky Just keep on shining. Shine on the one that's gone and left me blue. I said blue moon of Kentucky
keep on shining.
Shine on the one that's gone and left me blue. Well, it was on one moonlight night, Stars shining bright, Wish blown high Love said good-bye. Blue moon of Kentucky Keep on shining. Shine on the one that's gone and left me blue.
Fuente: lyricsfreak.com
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Luna triste, luna triste, luna triste,
Sigue reluciendo.
Luna triste, sigue reluciendo.
Luna triste, sigue reluciendo ,
me vas a devolver a mi chica esta noche.
Luna triste, sigue reluciendo.
Me dije: “Luna triste de Kentucky:
sigue brillando,
sigue brillando,
Brilla sobre la que se marchó y me sumió en la tristeza.
Me dije: “Luna triste de Kentucky
sigue brillando;
brilla sobre la que se marchó y me sumió en la tristeza.”
Os cuento: Fue a la luz de la Luna,
bajo el fulgor de las estrellas;
soplé un deseo a lo alto
y el amor dijo adiós.
Luna triste de Kentucky:
sigue brillando;
brilla sobre la que se marchó y me sumió en la tristeza.
Sabed que me decía: “Luna triste de Kentucky: tienes que brillar.
Brilla sobre la que se marchó y me sumió en la tristeza.”
Me decía: “Luna triste de Kentucky:
sigue brillando.
Brilla sobre la que me dejó y me sumió en la tristeza.”
Os cuento: Fue a la luz de la Luna,
bajo el fulgor de las estrellas;
soplé un deseo a lo alto
y el amor dijo adiós.
Luna triste de Kentucky: tienes que brillar.
Brilla sobre la que se marchó y me sumió en la tristeza.
(Mi traducción)
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Nótese aquí el diferente enfoque que el tema del desengaño
amoroso tiene en la música country y en el blues. Lo que en la cara A del
sencillo, “That’s alright (mama)” eran insinuaciones y afirmaciones plenas de
lascivia, explosivo desencuentro vital donde había absoluta compenetración
carnal, en este número se convierte en poéticas imprecaciones a la Luna, cuya
luz acariciante, acompañada por cómplices brillos chiquititos de estrellas, fue
testigo de una ruptura amorosa en lo que parece el estadio anterior a una
relación amorosa propiamente dicha. El protagonista creyó contar con un momento
propicio para confesar sus sentimientos a una chica. Pero por no haber, no hubo
ni posibilidad de decírselo, por no haber no hubo ni desengaño porque, parece,
la chica se esfumó. El amor se fue y él no pudo ni oponer resistencia: brindó
un deseo a lo alto, al cielo oscuro, deseó secretamente que ese momento y lugar
fuera el inicio de una relación (o eso entiendo yo del escueto: “Wish blown
high”) pero pasó algo. La muchacha le dijo que tenía que mudarse al otro lado
del país, que se marchaba al día siguiente con su familia, pongamos por caso.
Lo inevitable de su marcha, el hecho de que sólo quedara en
él tristeza, y no rabia ni desesperación, parece sugerirlo. A pesar de eso pide
a la Luna que siga brillando y, que brille sobre ella, que le ilumine el
entendimiento y vea y ate cabos y procure lo necesario para que pueda suceder
el hecho del reencuentro.
También cabe la interpretación optimista. De hecho al
principio de la canción el protagonista dice que esa misma noche la Luna le va
a devolver a su chica. El tono narrativo, y el uso del pasado en el resto de la
canción, indicarían que nos está contando lo que va a pesar y, a continuación,
los antecedentes. La canción incide
lánguidamente en el marco incomparable de esa separación, en ese cielo
estrellado infinito sobre, una fantasea, trigales o maizales fragantes (vale,
me viene “Los puentes de Madison” a la cabeza) porque no importa el cómo ni el
porqué, ni tan siquiera casi el qué, sino la fuerte impresión que quedó en el
narrador. El bello marco se convierte en símbolo de un trauma. Un trauma, quizá
el primero, el más doloroso, el que acaba con la inocencia, si es que ésta aún tenía
cabida en la mente de un adolescente de los años 40 estadounidenses.
*****
Pero, ¿era el autor del tema ese corazón sensible que ve con
impotencia cómo se le va su amor y se sume en pensamientos melancólicos? ¿Quién
era Bill Monroe?
Pues BILL MONROE es el creador del subgénero bluegrass, una
variante del country campesina y humilde.
Tomó su influencia de la música
folclórica de los Apalaches, y, con el correr del tiempo también tomó elementos
del jazz. Según Monroe: “Gaitas escocesas y violín de antaño. Es Metodista,
Movimiento de Santidad y Baptista (iglesias protestantes predominantes en su
lugar de origen). Es blues y jazz, y es música sobre la soledad escrita con
notas agudas” (wikipedia). Vale, a la luz de esa encendida y ultragráfica
definición de su autor ya nos cuadra más el tono del tema en cuestión, ya nos
creemos el cuadro patético bajo la Luna de Kentucky. En vista de la definición
de Monroe el retrato de la soledad y la decepción en “Blue moon of Kentucky” es
más un estado anímico, que se alimenta con soledades causadas por la geografía inabarcable, que una canción de
amor concreto propiamente dicha.
Monroe nació en Rosine, Kentucky (Estados Unidos) en 1.911.
Siguiendo con el trazado de un mapa de conexiones imaginarias entre los
protagonistas primigenios del rock & roll que ya comencé en “That’s alright
(mama)”, Rosine es un lugar minúsculo en medio de un mar de árboles en, sí, los
Montes Apalaches, a dos estados de distancia de Tupelo, el hogar natal de Elvis
Presley en el estado de Misisippi. Aquí se nos descuadra el dibujo geométrico:
para llegar a Rosine habría que viajar hacia el Nordeste, desde Tupelo,
cruzando el estado de Tennessee, donde, recordemos, estaba Memphis, lugar de
grabación del sencillo, y también cruzando casi todo Kentucky.
Vivió en el seno de una familia muy musical. A sus padres ya
se les daba bien, y transmitieron el amor por la música a los hijos. Tocaban y
cantaban en familia, y de ese modo Bill aprendió a manejarse con la mandolina.
La prematura muerte de sus padres, cuando él era aún un adolescente, y la
marcha de sus hermanos mayores le dejó en manos de familiares, que se iban
pasando el encargo de cuidarlo unos a otros. Así acabó con un tío discapacitado,
al que acompañaba con frecuencia a los bailes en los que trabajaba como músico.
Fue un aprendizaje musical esencial, en cuanto al repertorio que tocaban y en
cuanto al sentido del ritmo, que se le quedó prendido para siempre. En 1.929
encontró trabajo en Indiana junto a sus hermanos mayores y allí montaron un
grupo, THE MONROE BROTHERS, con el que tocaban en festejos varios. Reducido el
grupo a un dúo con su hermano CHARLIE empezaron a labrarse gran prestigio
tocando en la radio, en programas emitidos desde Iowa, Nebraska y las dos
Carolinas. Esto ocurrió entre 1934 y 1936. Este último año RCA VICTOR los
contrató y se estrenaron con un éxito en las dos Carolinas (según grabación
colgada en youtube del tema por “alzo61”, proveniente, prosigue, de “Classic
Southern Gospel From Smithsonian Folkways”), el religioso “What would you give
in exchange for your soul?”.
Era éste un tema de belleza ligera y fragante, un encuentro
entre el folk blanco rural y el blues que nos habla a las claras que el
intercambio de las músicas negra y blanca en los Estados Unidos fue mucho más
fluido y natural de lo que imaginábamos. Escuchando gemas así no es de extrañar
que la música de raíces o americana, como se la ha acabado llamando, haya
obsesionado durante las dos últimas décadas a numerosos músicos provenientes
del rock alternativo en su país, y la hayan convertido realmente en tendencia,
hasta el punto de convertirse en un estilo más dentro del rock, un estilo al
que se han sumado no pocos músicos del resto del mundo.
Hasta 1938 grabó Monroe 60 canciones con su hermano, como,
por ejemplo, “Weeping willow tree”, de 1.937, en el mismo registro sonoro que
la ya mencionada.
Después se separaron. Bill se estableció en Atlanta
(Georgia) y fundó los BLUE GRASS BOYS. Allí consiguió que su banda entrara en
el plantel del ya mencionado programa Grand Ole Opry, en 1.939. ¿Que qué es el
tal Grand Ole Opry? Pues un programa de radio creado en 1.925 y que aún está en
antena. Está dedicado a la música country. A la altura de 1.939 la cadena NBC
lo emitía a todo el país desde su lugar de grabación, Nashville, cuatro horas
de actuaciones en directo que hacían de imagen de la escena country y, al mismo
tiempo, servían de inspiración a futuros músicos, como fue el caso de Elvis.
Hacia 1946 su banda ya había definido lo que sería el estilo
bluegrass: tempos vertiginosos, sofisticadas armonías vocales y virtuosismo
instrumental mostrado en los solos de mandolina (tocada, como sabemos, por
Monroe), banjo (que tocaba el habilidoso EARL SCRUGGS) y violín (a cargo de CHUBBY WISE). Entre 1946 y 1947
la banda grabó numerosas canciones para Columbia, que se convirtieron en clásicos del género. Entre ellas se
contaba “Blue moon of Kentucky”, que apareció como la cara B (¡también!) de un
sencillo en este último año.
O sea que la escribió Bill con unos 35 años. El original era una balada en tempo de vals,
esponjada con sus preciosos arreglos instrumentales, con esos instrumentos cuya
sonoridad acústica expande tus sentidos hacia un mundo evocador y emotivo.
Monroe tiene una voz muy aguda, que al final del tema casi llega al falsetto.
Canta, no sé, con rajo, con sentimiento, y es bien palpable en su estilo vocal
la influencia del blues, si bien sus escaladas hacia notas agudas recuerdan el
yodelling centroeuropeo.
Aunque el tema es perfecto en sí mismo aún tuvo la humildad
Monroe de felicitar a Elvis por haberle cambiado el tempo, por haberlo
acelerado, hallazgo que él después incorporaría en sucesivas lecturas del tema
en directo. Incluso lo regrabó al estilo Elvis.
En 1.949, con una nueva alineación en los Blue Grass Boys
después de la marcha de varios de ellos, y con contrato discográfico nuevo con
Decca, Bill Monroe conoció una nueva época de esplendor, considerada por la crítica
como su edad de oro. Temas de principios de los 50 como “Little Georgia rose”,
con su suma de instrumentos de cuerda en rumorosa cadencia, dibujando cada cual
la línea rítmica y con puntuales lucimientos de los instrumentos solistas, no
son para nada lejanos del sonido del Elvis primigenio: Monroe y sus Blue Grass
Boys tenían swing.
Pero su estrella iba a declinar bien pronto. Su (música)
pop(ular) antes del pop auténtico, como todas las músicas populares antes de la
hégira del rock & roll, fueron barridas del gusto del pueblo con la llegada
de éste. Ni siquiera el reducto de la música country era un lugar seguro: el
Nashville sound, una actualización realizada con elementos del pop y de la
canción melódica jazzy, fue, a partir de finales de los 50, el estilo preferido
por los aficionados al género (wikipedia).
Capítulo 1: "That's alright (mama)".
Capítulo 1: "That's alright (mama)".
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