Suelen ser letras del folclore, del pueblo, algunas, aparentemente, procedentes de un pasado muy lejano. Se trata de cantes o coplas consistentes en pequeños poemas de varios versos. Las canciones estándar de flamenco en las que se recurre a semejante acervo literario sin autor conocido suelen consistir en dos o tres de esas coplas, cada una, como vengo diciendo, de un padre y de una madre.
Obviamente hay cantaores que escriben letras nuevas.
Portada de "La leyenda del tiempo", álbum de 1979 de Camarón |
Desde los 70 también ha surgido con fuerza la figura del cantaor que usa versos de poetas de prestigio. Así, Camarón en "La leyenda del tiempo" (1979) cantó abstractas coplas basadas en el Lorca más simbólico. Siguió su ejemplo en especial Enrique Morente. Y, tras ellos pocos cantaores se han resistido a la tentación de hacer cante combinado con alta poesía.
Desde su primer álbum "Las voces del extremo" en 2015, Niño de Elche ha sido de los más imaginativos, lo mismo recurriendo a las coplas tradicionales que a Miguel Hernández que a desconocidos poetas contemporáneos.
Total, que el flamenco cuenta con un sustrato literario de tremendo empaque.
Hay quienes piensan que las viejas coplas sin autor conocido son las que mejor casan con el cante.
Hay que tener en cuenta que esas coplas tienen en promedio una calidad desbordante. Recogen en lenguaje sencillo sentimientos, vivencias, anécdotas, reflexiones, que condensan sabiduría fatalista. Hay una percepción de peligro constante: perder a tu amante, no llamar nunca su atención, morir de hambre, morir de pena... Hablemos de blues, de la helada soledad de vivir y morir en la miseria económica. Parecen venir esas letras y ese flamenco del hambre, como ocurriera con el blues. Robert Johnson escribió muchas canciones tenebrosas. Era un iletrado pero escribió versos memorables.
¿Pudo ocurrir algo igual con el flamenco, pudieron los legendarios primeros cantaores extraer de sus almas sensibles versos tan magníficos? Hay estudiosos que han encontrado nombres de poetas aficionados que, enamorados del arte popular recogido en coplas y cantares engrosaron con sus propias aportaciones el inventario de la poesía popular. Desde finales del siglo XVIII empezaron a aparecer en España recopilaciones de coplas populares, recopiladas en cualquier rincón de España. En el siglo XIX fueron numerosas dichas recopilaciones, espoleadas por la difusión en Europa de las ideas alemanas acerca del Pueblo como noción abstracta, depositario de las esencias de cada Nación. Esas canciones son la forma más depurada de ese zumo popular, según sostienen los seguidores de esa teoría antropológica.
Sea el Pueblo, sean cantores anónimos llenos de sufrimiento, sean cantores pertenecientes a dinastías de gentes dedicadas al arte, depositarios de un acervo tan profundo y puro como invisible al arte oficial por ser oral, sean poetas envidiosos de la seca grandeza de las coplas anónimas, sean fragmentos de obras mayores de poetas y dramaturgos que se perdieron sólo sobreviviendo dichos fragmentos por transmisión oral, el caso es que contienen verdades tan puras que por sí solas explicarían el arrebato emocional con el que los cantaores las cantan. Entiendo a Camarón cuando se desgañita ante el dolor de la vida, ante la alegría de la vida también (en "Volando voy", por ejemplo) pero resulta extraño oírle llenando de alma "El tiempo va por el sueño hundido hasta los cabellos". ¿Un callejón sin salida del flamenco ortodoxo contemporáneo?
¿Hay alguna enciclopedia online que recoja lo que se sepa de cada copla? Si la hay me gustaría saber dónde está. Yo, por mi parte, aporto unas cuantas exploraciones.
Índice de coplas/cantares/poemas, que desarrollo luego:
Copla 1:
"Si yo supiera de cierto
el sitio donde la enterraron
yo sacaría todos sus huesecitos, payo,
para embalsamarlos."
Copla 2:
"Si algún día yo a ti te llamara
y tú no vinieras,
la muerte amarga, compañerita,
mi alma, ahí yo la apeteciera."
Copla 3:
"Y el día que me eches de menos
tú vas a volverte loca
y vas a salir a buscarme
como un caballo sin frenos."
Copla 4:
"Desde que naciste falta
el dinero y la salud
porque tú eres muy mala,
la salud y la libertad."
Copla 5:
“Yo sufrí un desengaño
y no hay cuestecita que yo suba
que no la baje llorando.”
Copla 6:
“Mi pena es pena muy grande
y no es pena que se preste,
y no era pena que se preste,
que mi pena no se cura
hasta después de la muerte.”
Copla 7:
“Se lo pedí esta mañana
al Señor del Baratillo
que me quiera esta gitana.”
Copla 8:
”Has de vivir con la pena,
la ropa de tu cuerpo
te se ha de volver candela.”
Copla 9:
“Y aunque en las andas yo a ti te vea
no te tengo de dar limosna
porque tus chungas partidas
no se me borran de la memoria.”
Año 1969. Curro Malena publica su primer álbum, titulado "Curro Malena". Tiro de este hilo. Las citas textuales van entrecomilladas.
De nombre legal Francisco Carrasco Carrasco nació en Lebrija (Sevilla) en 1945. Dice Wikipedia que nació “en una familia gitana de tradición de cante flamenco”. Se dio a conocer en un concurso de cante, el Festival de Cante Jondo Antonio Mairena. Su victoria le ofreció la oportunidad de grabar con el guitarrista Niño Ricardo. El resultado de esa colaboración es este disco, que editó Columbia. El mítico cantaor Antonio Mairena, el mismo que daba nombre al festival que dio a conocer a Curro Malena, se encargó del texto de presentación del disco, que aparece en el mismo álbum. Dice lo siguiente:
“Es para mí un deber ineludible tender mi mano en ocasiones como ésta. Además de hablar con justicia, queremos que sirva de parachoques a los críticos que creen que mi mano se cierra para las ilusiones jóvenes del cante flamenco. Esto está desmentido de antemano: pero, en este caso, el de Curro Malena, quisiera, de una vez para siempre, hacer saber al mundo flamenco cuántos son mis esfuerzos en pro de la juventud que promete. CURRO MALENA ha saltado de la nada, de un simple aficionado, a ocupar un sitio preferente entre las nuevas ilusiones de primera fila.
Estas ilusiones se manifiestan en toda la afición andaluza, que concurre al Gran Festival de Cante Jondo “ANTONIO MAIRENA”, el más prestigiado de España, que se celebra en la primera quincena del mes de agosto, en Mairena del Alcor (Sevilla).
El año 1968 conquistó CURRO MALENA, pisando firmemente, el premio de los cantes festeros. En 1969 consiguió arrebatar los premios instituidos para noveles y profesionales consagrados, quedando, por tanto, incluido entre los que han de disputar la Antorcha, símbolo de la continuidad del buen cante, que se pondrá en juego el año 1970.
CURRO MALENA es del pueblo flamenco de Lebrija (patria de Diego Flores “El Lebrijano” y Tío Juaniqui): pueblo fronterizo entre las dos mejores escuelas de cante gitano-andaluz (la de los Puertos y Jerez y la sevillana), donde toman contacto y se entremezclan para formar un aire inconfundible, auténticamente gitano.
En este disco, Curro Malena, joven gitano, se nos presenta lleno de duendes briosos, abierto a la noble esperanza y con grandes deseos de llegar a ser una primerísima figura del cante gitano-andaluz”.
Tema 1: "Si yo supiera de cierto" (seguiriyas)
Copla 1:
"Si yo supiera de cierto
el sitio donde la enterraron
yo sacaría todos sus huesecitos, payo,
para embalsamarlos."
Manuel Agujetas (Jerez de la Frontera, 1933) la grabó en 2001. La diferencia es que incluía el nombre de la enterrada: Popa. En otra web dicen que dice "opaíto", o sea, que se lo canta a su padre.
Manuel pertenecía a una saga familiar jerezana muy importante. Sobre su padre dicen en https://iniciacionalflamenco.blogspot.com/2012/10/la-saga-de-los-agujetas.html?m=1
"Agujetas El Viejo (nacido en 1908) fue una enciclopedia del cante. Recogió todos los estilos de cantaores jerezanos como Carapiera, Marruro, Tío José de Paula y, por supuesto, Manuel Torre."
"CANTES FLAMENCOS", por ANTONIO MACHADO Y ÁLVAREZ
Antonio Machado y Álvarez (1848-1893), padre de los poetas Antonio y Manuel Machado, compila en "Cantes Flamencos" muchas coplas flamencas, siguiendo las corrientes folkloristas que llegaban de Alemania. Están estos versos, tal cual, englobados con muchos otros con el título "Seguiryas gitanas".
Copla 2:
"Si algún día yo a ti te llamara
y tú no vinieras,
la muerte amarga, compañerita,
mi alma, ahí yo la apeteciera."
Aparece esta copla en el tema "Sin Poderte Hablar (Siguiriyas De Manuel Torre)", de Antonio Mairena, aparecido en su lp "Cien años de cante gitano" (1967), editado por Hispavox, que dice en sus notas interiores
ANTONIO MAIRENA
“Mairena del Alcor, pueblo blanco envuelto en naranjales, situado a 20 kilómetros de Sevilla, fue, en 1909, el lugar de nacimiento de Antonio Cruz García, de nombre artístico Antonio Mairena.
Hijo de una familia gitana, tradicionalmente dedicada al oficio de herreros, oyó los primeros sonidos del cante mientras trabajaba junto al fuelle de la fragua de su padre. Después, en las fiestas familiares, escuchó durante largas horas a Joaquín el de la Paula, maestro de las soleares de Alcalá, y a Manuel Torre, que le dieron entendimiento y saber para formar su propia escuela a partir de estas dos grandes figuras”.
En https://canteytoque.es/sigclac.htm cuentan, respecto a este tema que
"Luis y Ramón Soler afirman que este estilo [de siguiriya] que atribuyen a Mairena es una recreación basada en el estilo de Joaquín Lacherna. Según los autores, el texto de la contraportada del disco "Festival de cante jondo" señala que el registro de 1967 [creo que es este] es una versión de Manuel Torre y Tomás Pavón del cante de Joaquín Lacherna."
-"JOAQUÍN LORETO VARGAS, cantaor gitano, más conocido como JOAQUÍN LACHERNA (Jerez de la Frontera,1843 - 1908), pescadero, era al parecer de un carácter muy abierto y nunca le supuso ningún problema cantar y bailar en un escenario. Como murió en 1908, lo alcanzaron artistas que, como Chacón o su propio sobrino, Manuel Torre, lo ensalzaron". (https://elartedevivirelflamenco.com/cantaores1105.html)
Tema 2: "El día que me eches de menos" (bulerías por soleá)
Copla 3:
"Y el día que me eches de menos
tú vas a volverte loca
y vas a salir a buscarme
como un caballo sin frenos."
Camarón la grabó en 1968, tema que no se editó hasta 2000 en un recopilario.
MANUEL TORRE
Manuel Torre la grabó como "Cuando me echas a mí de menos (bulería por soleá)" en 1929 junto a Miguel Borrull hijo.
Manuel Torre (fuente: elartedevivirflamenco.com) |
"El gran cantaor jerezano Manuel Soto Loreto, Manuel Torre (Jerez de la Frontera,1880-Sevilla, 1933), se dejó ver por Sevilla la primera vez apenas comenzaba el siglo XX. Los cafés cantantes de más solera, como fueron los de El Burrero y Silverio, se habían clausurado ya y el Salón Novedades era la mejor plaza para torear a compás y con jondura. Manuel vino a cantar al célebre salón de la Campana y lo hizo acompañado de Antonia la Gamba, su amante, de Cádiz y catorce años mayor que él. La bailaora le dijo que había que empadronarse, y cuando rellenaban la hoja del censo le preguntó el responsable del Ayuntamiento:
-¿Usted en qué trabaja, don Manuel Soto?
-Yo soy cantaó -le respondió el gitano de Jerez.
-¿Artista?
-No; cantaó.
-¿Cantante?
-Le he dicho que no. El cantante es mi paisano Chacón. Yo soy cantaó por to lo jondo.
En efecto, don Antonio Chacón aparece empadronado como “cantante” en un censo sevillano de algunos años antes. Tras una agria discusión entre Manuel y el encargado de rellenar la hoja, y ante el asombro de la Gamba, éste escribió la palabra cantaó en la casilla del oficio del sobrino de Joaquín Lacherna, siendo la primera vez que en Sevilla se reconocía en el Padrón el noble oficio del cante con la denominación laboral cantaó. Que sepamos, claro, porque todavía hay mucho que investigar para llegar a conclusiones certeras. Manuel Torre llegó a Sevilla comenzando el siglo XX y ya no se fue de la capital andaluza. Murió en 1933, en la miseria, como era habitual en aquellos tiempos." (https://manuelbohorquez.com/la-gazapera-flamenca/manuel-torre-el-cantao/)
Copla 4:
"Desde que naciste falta
el dinero y la salud
porque tú eres muy mala,
la salud y la libertad."
Con la variante
“Te tenía a ti que faltar (...)” Juan Talega (Dos Hermanas, 1891-1971) la tenía en su repertorio. En el mismo festival que dio a conocer a Curro Malena, pero en su edición de 1966, por ejemplo, la interpretó Juan Talega (información sacada de https://canteytoque.es/talegasolearec.htm).
TOMÁS PAVÓN
En 1947 Tomás Pavón grabó estos mismos cantes como
“Cuando tú me eches de menos” (Bulerías por Soleá)
"Cuando tú me eches de menos
te tienes que volver loca
y vas a venir a buscarme
como un caballo sin freno.
Te tiene a ti que faltar
por lo malina que has sío,
compañerita mala,
la salud y la libertad.”
Tomás Pavón vivió entre 1893 y 1952, en Sevilla. Vivió en la miseria y como muchos de los cantaores gitanos de cante jondo puro de principios de siglo subsistía cantando en fiestas de señoritos, que sabían apreciar el cante antiguo, pero que se aprovechaban de la miseria de sus intérpretes para diversión propia. En https://www.expoflamenco.com/archivo/bordonazo/la-guerra-de-tomas-pavon/ cuenta Manuel Bohórquez detalles de la vida perra de Tomás:
“Casi todos los aficionados coincidimos en calificar de “genio” o “fenómeno irrepetible” al cantaor sevillano Tomás Pavón Cruz, el hermano pequeño de la célebre Niña de los Peines. Técnicamente, dijo Manolo de Huelva, “Tomás y Chacón fueron los mejores cantaores”, algo en lo que estoy de acuerdo. Sin embargo, es necesario decir que Tomás no fue nunca un cantaor de éxito, sino un buen cantaor de cantaores, que generalmente se buscaba la vida en las fiestas o reuniones de Sevilla.
Tomás vivía de las fiestas, pero cuando no había o enfermaba y no tenía para comer, su hermana le solucionaba la papeleta de poner la olla cada día.
Como Pastora pasó la contienda en Madrid, Tomás las pasó canutas, a pesar de que su hermano Arturo y su cuñada Eloísa Albéniz le ayudaban a subsistir. Tolita, la hija de Pastora, pasó la guerra en Sevilla con su tío Tomás y Reyes, su mujer. Era entonces una niña de doce años y recordaba que Tomás salía algunas noches a cazar un gato para guisarlo y llevarse proteínas a la barriga. Era algo habitual en Sevilla en aquellos años y en la posguerra, y Tomás tuvo que hacerlo.
Tomás vio cosas terribles en la Alameda de Hércules durante la guerra, porque algunas noches salía a buscarse la vida a alguna fiesta en La Europa o Las Sietes Puertas, arriesgándose a no volver a su casa. El guitarrista macareno Antonio Peana me contó que una noche vio cómo unos soldados borrachos del bando nacional humillaban a Tomás porque no bebía alcohol, solo leche o agua, algo extraño en un cantaor. Hay una fotografía de 1947, de Novoa, en la que aparece junto a Pastora y Pepe con una amargura en los ojos que conmueve, seguramente por lo que vio, siendo una persona tan sensible.”
En su propia página web Bohórquez insiste en el afán de independencia de Tomás, que no quería ligarse a contratos con locales ni subirse al carro de la ópera flamenca, de gran éxito en los años 1920:
“Pocos periódicos se ocuparon de la muerte de Tomás Pavón. ¿Qué importaba ya eso? Había muerto posiblemente el mejor cantaor de todos los tiempos, pero un artista que nunca quiso más gloria que la que tuvo. Con el paso de los años, y gracias a personas como el cantaor Antonio Mairena, el legado discográfico de Tomás ha alcanzado un gran valor entre los aficionados. Tomás fue un superdotado, un cantaor con una voz redonda y perfectamente afinada, que enamoró a genios como Don Antonio Chacón y Manuel Torre.”
José Manuel Gamboa escribe sobre sus características interpretativas:
“Persona musicalmente preparada —era también guitarrista y muy aficionado a la música clásica y a la lectura, por influencia paterna, algo anómalo entre los gitanos de aquella época—, ideó un ventajoso sistema que consiste en comenzar los cantes por el tercer tiempo del compás para poder ligarlos con mayor naturalidad, sin que apenas sus compañeros hayan caído en la cuenta”.
Tomás Pavón y su hermana fueron una especie de hilo hacia el futuro del cante jondo que fue desapareciendo con las muertes de Carbonero, el Cojo de Triana y Manuel Torre a principios del siglo XX. Las soleás de Triana, las seguiriyas de los Cagancho de Triana, parece que fueron su escuela, trianero también él.
Esa cultura gitana y jonda de Triana desapareció de golpe, por cierto, a mediados del siglo XX, con el desalojo de las familias gitanas del barrio para la reconstrucción con edificios nuevos, y con nuevos vecinos payos. Esos gitanos acabaron en las 3000 Viviendas, gueto de los muchos guetos gitanos que hay en nuestro desarrollado y socialdemócrata país.
Copla 5:
“Yo sufrí un desengaño
y no hay cuestecita que yo suba
que no la baje llorando.”
BASTIÁN BACÁN
Sólo he encontrado estos versos en un tema de un lp de 2000, acreditado a Flamenco en vivo desde Lebrija y titulado “Qué nos queda”. En la edición que he encontrado hay una foto del personal que aquí canta y toca pero no sus nombres.
Eso sí, en https://soniosnegros1970.blogspot.com/2018/07/batian-bacan-patriarca-de-la-segunda.html?m=1 dicen que Bastián Bacán participó en él. Y le dedican un artículo con nombres pero sin apenas fechas:
“Sebastián Peña Peña, nace en Lebrija (Sevilla) en 1.911. Pertenece a la segunda generación de los Funi, una de las ramas salidas del frondoso árbol de los Pinini, ya que su madre era una de las hijas de tan legendario artista.
Rama que se dedicó profesionalmente a los negocios relacionados con el ganado: matarifes, carniceros y tratantes de los mismos.
Cantaba por seguiriyas, fandangos, bulerías y soleares. Fue en este último palo donde realizó el monumento al cante jondo por lo que pasaría a los anales de la historia del flamenco de culto, ese flamenco que rara vez sale reseñado en los medios de comunicación aunque se llamen a sí mismo especializados.
Su magisterio en este cante lo va adquiriendo por el apego al Tío Benito, otro de los descendientes de Panini y que tuvo acogido en su casa a Tío Juaniquin por un periodo largo de tiempo, cosa que benefició a tío y sobrino para aprender de primera mano el cante de este legendario solearero.
Bastián fue acrisolando todo lo vivido al lado del Tío Benito, en las reuniones familiares y en las juergas que se organizaban en las tabernas. Todo estos conocimientos los sacaría más tarde a la luz en los canales habituales reservados para los artistas no profesionales, las tabernas, en reuniones de amigos y familiares o cuando cerraba un trato con el ganado, que era a lo que se dedicaba.
La incontaminación de sus cantes, la medición de los tiempos, la profundidad expresiva y el eco tan gitano, lo hicieron entrar en el Olimpo de lo Jondo.
Manuel Martin hace la siguiente reseña: "Bastián Bacán responde a otro concepto del cante, más hierático y ritual, que vivifica y responde a una situación dramática ya olvidada y a su devenir. Con él se ha inflamado el abanico solearero, fundiendo el acento íntimo y afligido de un nostálgico, Juaniquín, con el tono más intenso y cargado de acción del Tío Benito el de Pinini. Tratase, pues, de un encuentro con la auténtica dimensión humana del cante gitano. Nos encontramos frente a unas soleares de embarazosa estructura, muy elaboradas y pulidas hasta un grado máximo.”
“Los Pinini, una de las familias más frondosas del arte flamenco, a las que pertenecen los Funi, Los Feongos o los Marquesitos, entre otros. Los descendientes directo de Popá Pinini empiezan por la extensa Fernanda La Vieja, pasando por el baile y el cante del Tío Benito un portento por soleá, Antonia la Marquesa que bailaba a lo Pastora Imperio, Diego que se pegaba unos baile, además de ser elegante en el vestir y terminan con Inés, Mercedes, María y Luisa, que también llevaban el cante en la sangre.
De aquí han salido más de 50 artistas que hoy continúan la tradición. En esta familia cantar, bailar y tocar la guitarra no está ligado al profesionalismo, de hecho, Fernanda y Bernarda, por insistencia de Antonio Mairena, Miguel El Funi, que salió con cerca de 30 años, Pepa de Utrera y Pedro Bacán se han dedicado de lleno al profesionalismo.
Dentro de la semiprofesionalidad se encuentran Inés Bacán, Pepa De Benito y pocos más. Engrosan una larga lista de no profesionales Bastián Bacán, Diego el Lagaña, Juana La Feonga, el Marquesito y un largo etc.
Caracterizados todo ellos por el sentido del ritmo de la familia y su gran capacidad para la improvisación.”
Inés Bacán tiene en su repertorio esa copla de “Si yo supiera donde ella está enterrada” que también canta Curro Malena en este disco. Como no aparecen en casi ninguna otra base de datos de letras flamencas tanto la de la "cuestecita” como la de los “huesecitos” pueden que sean patrimonio del cante jondo lebrijano apenas difundido.
Tema 03 - El Señor del Baratillo (soleares)
Copla 6:
“Mi pena es pena muy grande
y no es pena que se preste,
y no era pena que se preste,
que mi pena no se cura
hasta después de la muerte.”
Ni rastro en Internet de esta copla. En el disco de Curro Malena indican que es de autor anónimo.
Copla 7:
“Se lo pedí esta mañana
al Señor del Baratillo
que me quiera esta gitana.”
En el rastreo que he hecho por Internet de esta copla me he encontrado con tres auténticos cantaores bohemios, personajes de gran personalidad, carisma y natural clase: Rafael Romero, Manolo Caracol y Antonio Frijones.
El cantaor Rafael Romero, nacido en 1910 en Andújar (Jaén), incluía esta copla en su álbum de 1992 “Cante Jondo - La Caña”, con el título “Soleares de Triana”.
Este cantaor fue uno de esas luces que alumbran la oscuridad del olvido, cosa que al final no le sirvió para tener a día de hoy mayor reconocimiento. Según Wikipedia:
“Criado en una familia gitana donde se cantaba, aprendió de chico los cantes de Yllanda y de la Sierra. Su aprendizaje, combinado a una voz aguda y particularmente ruda, hicieron de Rafael el Gallina un cantaor apreciado en recitales y tablaos de la posguerra.
Acompañado por Perico el del Lunar, participó en la grabación de la famosa Antología Hispavox. Gracias a ello, quedó consagrado como una referencia en los cantes primitivos como las tonás o la debla, y gran conocedor de la caña, peteneras y serranas.
En 1973 recibe el Premio Nacional de Cante de la Cátedra de Flamencología y Estudios Folklóricos Andaluces.
A pesar de ser homenajeado varias veces al final de su vida, dentro y fuera de Jaén, pasó sus últimos años muy difíciles en Madrid, antes de fallecer en la capital española durante el invierno de 1991.”
https://admin.dipujaen.es/diputacion/jaen.es/sociedad/jiennenses-destacados/artes-escenicas/rafael-romero.html:
“Se había forjado entre Sevilla y Madrid a la sombra de su maestro, el mítico guitarrista Perico el del Lunar, y con él se formaron, entre otros, Vicente Escudero, Teresa y Luisillo.
En Madrid, donde residió prácticamente desde 1937, formó parte, durante muchos años, del famoso tablao Zambra.
En 1958 grabó por vez primera en “Antología del Cante Flamenco” y aportó excepcionales seguiriyas, tonás, peteneras, alborás y mirabrás.”
Pero si sigues buscando en Internet acabas encontrando información sorprendente: Rafael Romero fue una leyenda privada para un público muy exclusivo, amantes del flamenco puro adinerados. Según https://www.inclusion.gob.es/web/cartaespana/-/rafael-romero-el-gallina-precursor-del-flamenco-en-japon:
“"Él se vino a Madrid a trabajar en los tablaos flamencos", nos cuenta su hijo Ignacio, "en aquella época, tras el fin de la Guerra Civil y la contienda mundial, la gente tenía muchas ganas de juerga, la aristocracia también. Hacían fiestas privadas en Manolo Manzanilla, donde alquilaban salas para fiestas particulares". Estuvo trabajando en Zambra, un famoso tablao que ya no existe y que estaba junto al glamuroso Hotel Ritz, en la madrileña calle Ruiz de Alarcón. Allí conoció a muchos actores de Hollywood, como Ava Gardner, que en los quince años que vivió en Madrid hizo muchas fiestas privadas en su casa, con El Gallina [su apodo] como protagonista, para desgracia de su vecino de arriba, Juan Domingo Perón, -el ex-presidente de Argentina en el exilio-, que con frecuencia llamaba a la policía, quejándose del excesivo ruido. "Se dice que mi padre y Ava Garner tuvieron un romance, pero nada serio", explica Ignacio, además, "mi padre aprovechó que la gente estaba ávida por pasarlo bien y como sabía organizar fiestas privadas muy buenas, le pagaban mucho dinero. Cuando acababa de tocar en Zambra, sobre la una de la madrugada, hacía fiestas privadas en casa de los famosos".
También actuó en el tablao Villarosa en la plaza Santa Ana, donde conoció a su mujer. Con ella tendría tres hijos, y otros dos con una pareja anterior sin estar casados; ambas eran payas. "Hubo un problema muy grande entre las familias, pues los gitanos entonces eran más racistas que los payos incluso. Encima mi abuelo materno era policía", nos cuenta Ignacio.
Los expertos le consideran un auténtico pionero en exportar el flamenco más allá de nuestras fronteras. "En Zambra, cuando tenía 35 años, unos japoneses le vieron, les gustó y le invitaron a Japón. Llevó a bailaoras y cantaoras, y cantó delante del príncipe, fue un boom", recuerda su hijo.
Se le recuerda por haber rescatado y difundido cantes como la alboreá, el cante de la madrugá y las viejas tonás perdidas. Se hizo famoso por interpretar La Petenera, un cante que era maldito para los gitanos. Y fue un éxito rotundo, ya que los dos únicos que se atrevieron a cantar esa canción fueron él y Pastora Pavón.
(...) cantó en la popular sala Olympia. Llevó su arte a otros lugares ajenos al flamenco, como a escenarios de Nueva York o la Scala de Milán, además de Moscú y el Reino Unido, donde obtuvo mucho éxito. También estuvo en Latinoamérica, en Buenos Aires y México.”
¡Fue hasta actor!:
"El Gallina" durante el rodaje de la película Mestizo en 1951 |
¿Pudo conocer el Gallina esta copla en su época de formación en Sevilla anterior a 1937?
MANOLO CARACOL
Manolo Caracol -éste a diferencia del anterior con gran proyección popular- la grabó en 1958 en su Lp “Una historia del cante” como “Soleares de Antonio Frijones”. ¿He llegado a la fuente primigenia?
Caracol, de nombre legal Manuel Ortega Juárez, había nacido en 1909 en Sevilla. Según Wikipedia “provenía de una larga estirpe gitana dedicada al mundo del flamenco y del toreo, era tataranieto de El Planeta, uno de los primeros cantaores de flamenco de los que se tiene noticia. Otros artistas miembros de su familia fueron El Fillo, Enrique Ortega El Gordo, El Mellizo y Curro Dulce. Era sobrino nieto del torero Paquiro.”
Fotograma de “La niña de la venta” (Ramón Torrado, 1951), con Manolo Caracol y Lola Flores |
“(...) Nació en el Corral de los Frailes en el barrio de la Alameda de Hércules, en Sevilla. Empezó a cantar muy joven por las tabernas de la Alameda y con 12 años, obtuvo en 1922 el primer premio, compartido con Diego Bermúdez ‘El Tenazas’, del Concurso de Cante Jondo de Granada, organizado entre otros por Manuel de Falla y Federico García Lorca y de cuyo jurado formó parte la genial cantaora Pastora Pavón "Niña de los Peines". Tras su éxito en el Concurso, inició su participación en espectáculos.”
“En 1943, inició su colaboración artística con Lola Flores, debutando ambos con el espectáculo “Zambra” que se mantendría varios años y que les dio gran fama a ambos. El éxito obtenido por estos espectáculos, les llevó a rodar dos películas en las que ambos compartían cartel, “Embrujo” en 1947 y “La niña de venta”, en 1951.”
“(...) en 1963 inauguró el tablao Los Canasteros, al que dedicaría el resto de su vida y por el que pasaron los artistas más destacados de la época. Durante ese periodo simultaneó la dirección de la sala con actuaciones junto a algunos de sus hijos, especialmente Enrique y Luisa, en teatros y festivales.”
“Su concepción del flamenco se sintetiza en sus palabras: “Yo, cuando canto, no me acuerdo ni de Jerez, ni de Cádiz, ni de Triana, ni me acuerdo de nadie. Intento hacer los cantes a media voz, que es como duelen. Esa es la hondura. Porque el cante no es gritos ni pa’ sordos. El cante hay que hacerlo caricia honda, el pellizco chico... El que se pone a dar voces, ése no sirve”.
Aparte de cantar con un sentimiento y una clase excepcionales también hizo aportaciones genuinas al flamenco: “Aunque era un cantaor bastante largo, entre sus palos más populares se encuentran el fandango y la zambra. Innovó el flamenco acompañando sus cantes en algunas ocasiones de piano o de orquesta”.
Pastora Pavón pintada por Julio Romero de Torres (fuente: https://miespacioflamenco.blogspot.com/2011/06/la-nina-de-los-peines) |
-Pastora Pavón grabó esta copla con el guitarrista Antonio Moreno. En un principio no encuentro en Imternet ninguna información exhaustiva acerca de sus numerosísimas grabaciones. Para ser la cantaora más importante de la historia qué poco rigor y estima al trabajo bien hecho que muestran blogueros y contribuyentes a Wikipedia. Ves los rigurosos repasos a las carreras de los grandes de la música anglosajona en Wikipedia y otras páginas y da auténtica pena, el modo en que se desprecia un acercamiento divulgativo pero riguroso que se prodiga en el ámbito anglosajón y la amalgama informe que se ve a sus orillas, de todas las culturas no anglosajonas. Ellos permiten al curioso meterse en el mundo de cualquier artista con exhaustivo recuento de todo lo que le atañe, con fechas, nombres, fuentes usadas. Fuera del mundo anglo, la completa oscuridad. Si queremos que dejen de imponernos su cultura y su relato tendremos que empezar a tratar nuestra cultura con el rigor y la minuciosidad que ellos prodigan a los suyos. Pues eso, que sólo puedo decir que la Niña de los Peines grabó el dichoso cante en algún momento de su vida.
… Es lo que tiene no rendirse. Insisto en buscar la canción, cosa tan difícil teniendo en cuenta que en las grabaciones anteriores a la era del vinilo, ya en los años 1950, los discos de flamenco recogían las canciones de autor desconocido por el palo. O sea que esta copla debía conocerse como, sencillamente, “Soleares” o “Soleá”. Así pues persigo la pista del guitarrista que la grabó con ella, Antonio Moreno. No aparece fecha alguna de las grabaciones que hizo con Pastora Pavón. Sólo encuentro en una web que pudo grabarse entre 1920 y 1940… Después de hacer scrolling mucho rato (esta investigación ya me lleva horas) doy con la fuente del saber y en el lugar más raro: en el BOE. Aquí concretamente: “Decreto 135/1999, de 25 de mayo, por el que se declaran bien de interés cultural, con la categoría de Patrimonio Documental, los registros sonoros de la Niña de los Peines, radicados en Andalucía”. En el BOE enumeran con detalle dichas grabaciones y aquí están las que hizo con Antonio Moreno:
Nunca pensé que el BOE pudiera ser vehículo de transmisión cultural pero así lo es en este caso. En este decreto dan aún más información relevante acerca de las grabaciones:
“El soporte material en el que se recoge su voz, de estos registros sonoros, está constituido por placas de pizarra de 78 revoluciones por minuto que comprenden más de 170 cantes. Según los datos conocidos, se encuentran en manos de coleccionistas privados (don Diego Alba Villagran, don Manuel Yerga Lancharro, don Antonio Reina Gómez, don Ramón y don Luis Soler, don Alberto Rodríguez Burgos y don Juan Castañeda) y de instituciones (Peña Flamenca Juan Breva, Cátedra de Flamencología y Estudios Folclóricos Andaluces, Diputación Provincial de Sevilla, Centro de Documentación Musical de Andalucía y Centro Andaluz de Flamenco), todos ellos radicados en Andalucía.”
En Wikipedia dicen de ella: “Viajó por toda la geografía española compartiendo escenario con los artistas flamencos más famosos del momento, entre ellos los cantaores Manolo Caracol, Pepe Marchena y Antonio Chacón, o los guitarristas Ramón Montoya y Melchor de Marchena, entre otros muchos.” ¿Pudo Pavón enseñársela a Caracol?
En https://manuelbohorquez.com/la-gazapera-flamenca/aquel-gitano-de-jerez-al-que-llamaban-el-simpatico-frijones/ el periodista Manuel Bohórquez emprende una investigación documental acerca de la figura seminal de Frijones:
“¿Qué relación pudieron tener Pastora y Tomás Pavón con Frijones de Jerez? Muy poca, si es que tuvieron alguna. Al menos con Antonio, porque eran niños aún cuando el jerezano andaba por Sevilla. En cambio, sí pudieron tenerla con Manuel Frijones, su hermano, que fue vecino de los Pavón en la Alameda de Hércules. Si, como sospecho, los Frijones eran dos [dos cantaores distintos conocidos y confundidos como Frijones de Jerez], Antonio y Manuel, hay algo que no cuadra. Tío Borrico de Jerez habló alguna vez de “Frijones el viejo”, refiriéndose a Antonio. Es que habría dos, entonces. Por otra parte, ¿qué hacía Manuel Vargas Fernández, un jornalero del campo, de Jerez, viviendo en la Alameda a principios del pasado siglo, vecino de Paco la Luz, los Junquera, Diego Antúnez, las Coquineras, Fernanda y Juana Antúnez, y otros artistas jerezanos? Su hijo Vicente, además, se casó en Sevilla con una de las tres hijas de Paco la Luz, María Dolores Valencia Rodríguez, hermana de María la Serrana y Juana la Sordita. En definitiva, sabemos ya que el “simpático” Antonio Vargas, alias Frijones, estuvo años en Sevilla y que murió viejo en Jerez. El que cantaba aquella famosa letra: Me llamo Antonio Frijones/ yo no me caso con la Farotita/ pa no echarme obligaciones. Este era el auténtico Frijones de Jerez, el único que ha aparecido en un cartel y del que hablan todos los flamencólogos. Lo que hay que aclarar ahora es quién era su hermano y qué fue de él. En eso ando para intentar acabar de desvelar este misterio, el de un cantaor tan genial que solo fue reconocido cuando murió. Ahora, algunos cantaores se están forrando con sus cantes y con el valioso legado musical de otros grandes genios olvidados. No es justo, pero así son las cosas del cante.” ¿De quiénes hablas, Manuel?
Así, habría un intermediario adicional entre Caracol y Antonio Frijones: un supuesto Manuel Frijones también cantaor que cantaba los cantes de su hermano.
Y llegamos a la posible fuente. Según https://elartedevivirelflamenco.com/cantaores1107.html:
ANTONIO VARGAS FERNÁNDEZ FRIJONES, más conocido con el nombre artístico de ANTONIO FRIJONES, nació en Jerez de la Frontera (Cádiz), en la calle Alegría, en 1846. Era hijo de Vicente Vargas Valencia, de Sanlúcar de Barrameda, y de María Dolores Fernández Acosta, de la localidad sevillana de Badolatosa.”
“Creador de algunas soleares, seguiriyas, tientos y tangos, que vivió algún tiempo en Sevilla dejando un gran recuerdo en esta tierra para lo bueno y para lo malo. La primera noticia sobre la condición artística de Frijones se reflejó en un cartel de 1873, del Salón Recreo de Jerez”.
“Seguramente no fue importante en su tiempo, mientras estuvo vivo, pero cuando murió y algún cantaor recordaba algún cante suyo, se decía: “Eso era de Frijones”. Fue eso lo que lo hizo inmortal y por este motivo seguimos hablando o escribiendo de él más un siglo después de su muerte.
Por lo que he podido recabar, Frijones tuvo como referentes a Paco la Luz, Tomás el Nitri y Antonio el Marrurro, en el cante por seguiriyas.
Fue un cantaor excepcional. Sus seguiriyas y soleares le colocaron entre los grandes creadores de su tiempo. Y sus tientos y tangos, igualmente. Solo un cantaor excepcional, como era él, puede trascender en el tiempo sin dejar nada grabado, aunque pudo hacerlo porque vivió hasta 1917. Seguramente era un raro, como el Marrurro, el Nitri y otros muchos.”
Ahora sólo queda averiguar por qué conducto llegó a conocimiento de Curro Malena. Me imagino que es por la grabación que hizo de la misma Antonio de Mairena en 1966 en su disco “La gran historia del cante gitano andaluz”. Él la engloba con otras coplas en un título que es en sí un homenaje y una lección de historia del flamenco: “Las piedras de tu calle. De Enrique el Mellizo, P. el Guante, Jose Illanda, Mazzantini, Frijones”.
Copla 8:
”Has de vivir con la pena,
la ropa de tu cuerpo
te se ha de volver candela.”
Está incluida en el tema “Me viene persiguiendo (soleares de Alcalá)” de Antonio Mairena. Este tema lo grabó para su álbum “La llave de oro del cante flamenco”, editado en 1964. Este disco es reflejo de un premio que recibió Mairena en 1962, precisamente esa “Llave de oro”.
El premio de marras se las trae: sólo lo han recibido cinco cantaores desde su primera edición en los 1920. Efe (1962): “Mairena percibió un premio de cien mil pesetas y una llave de oro valorada en 25.000, que le entregó el famoso bailarín Antonio Ruíz Soler. Desde hace cien años este premio sólo se ha concedido a tres cantaores: Tomás El Nitri (1862), Manuel Vallejo (1926) y ahora a Antonio Mairena.”
En allflamenco.net nos dan contexto a la concesión de dicho premio:
“En los 50, los tablaos dejaron de lado a los cafés cantantes. El flamenco se puso de moda en radios y locales con un estilo más popular. Como respuesta a ese arte aflamencado y no puro, siguiendo el espíritu del concurso de 1922, se crea el Concurso Nacional de Cante Jondo en Córdoba, el que sería luego el Concurso Nacional de Arte Flamenco.
Por tanto, ese concurso tenía el propósito de rescatar la pureza perdida, el primitivismo del viejo cante jondo. Ricardo Molina y Anselmo González Climent, poetas y amantes de flamenco, impulsaron este festival con el apoyo del Ayuntamiento de Córdoba. La primera edición fue en el 55.
En la segunda edición del concurso (1959), el triunfador absoluto fue Fosforito, que obtuvo el primer premio en las cuatro secciones del certamen: seguiriyas, soleares, malagueñas y fandangos.
Es rn el tercer concurso cuando a la organización, animada por Ricardo Molina, se le ocurrió rescatar la Llave de Oro. Se la concedieron a Antonio Mairena, lo que impulsó definitivamente su figura frente a su «enemigo» artístico que ya estaba de retirada, Manolo Caracol. Por cierto, un gesto del ámbito flamenco que apoyaba un arte más ortodoxo y, de paso, el mairenismo. Algo que tenía mucho sentido si uno se acuerda de por qué se fundó este concurso.
Sin embargo, varias circunstancias pusieron en duda que no estuviera más que apalabrado el nombre de Mairena. Una, que en ese concurso faltaban figuras como La Niña de los Peines, a la que le hicieron una «jugada» para que no apareciera por Córdoba durante el evento.”
Salseo flamenco.
En https://iniciacionalflamenco.blogspot.com/2012/02/soleares-de-antonio-mairena.html?m=1 indican que esta soleá está hecha al estilo de Joaquín el de la Paula. ¿Será él el autor de la letra? Señalo más arriba que este cantaor fue uno de los maestros de Antonio Mairena. Veamos:
“Joaquín Fernández Franco, conocido como Joaquín el de la Paula nació en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) en 1875.
Joaquín nació en las cuevas del Castillo de Alcalá de Guadaíra, que por entonces servían como hogar a numerosas familias gitanas, como José el Pelao, Currita la Regalá, la Azalea o la Guaracha, quienes dejaron en esta localidad parte de su arte.” (Wikipedia)
“Uno de los ocho hijos de Paula Franco, la Paula, y de José Fernández Torres, el Gordo, fundador de la dinastía cantaora de Los Paula, que destacó como excelente seguiriyero, habiendo aprendido con Tomás, el Nitri, mientras éste se mantuvo refugiado en su casa durante unos años huyendo de asuntos de amores
.
Como en todos los hogares gitanos, Joaquín, el de la Paula, comenzó a tener contacto con el cante en las reuniones familiares, lo que se acrecentó cuando el Nitri convivió con su familia, afición al cante que se perpetuó en sus sobrinos Juan Talega y Manolito de María.
Participó en la Guerra de Cuba, donde enfermó de fiebres amarillas y posteriormente padeció la enfermedad de Adisson. Al regresar a su pueblo natal contrajo matrimonio con Caridad Vargas Carrillo, la Cholona, unión de la que nacieron dos hijos, pero al poco tiempo quedó viudo. Entonces se unió a Rosario Jiménez García, una prima de Antonio Mairena, y con los hijos de ambos se fueron a vivir a una cueva al pie del castillo de Alcalá de los Panaderos, como entonces se llamaba esta población, que le había cedido el alcalde.
Alternó su oficio de esquilador de burros y ovejas con su dedicación al cante, limitándose a cantar en reuniones, principalmente en la local Venta de la Platilla, a la que acudían para escucharle profesionales y aficionados de todas las comarcas andaluzas y de otros puntos de España y del extranjero. Aunque dominaba otros estilos, como las tonás, las siguiriyas y las bulerías, que también bailaba, destacó por soleares, hasta el punto de haber creado escuela en este estilo, considerándosele el maestro de las llamadas “soleares de Alcalá”.
Meto un inciso aquí y un nuevo posible hilo del que tirar. También Joaquín el de la Paula también tuvo su maestro. Según mibri-alacalaflamenca.blogspot.es "Se desconoce la influencia que José Ordoñez "Juraco" ejerció en los cantes de Alcalá, en relación a su formación y desarrollo, pero algo influiría puesto que es el único cantaor de Alcalá de Guadaira que cita Demófilo en su "Colección de cantes flamencos" de 1881. A mayor abundamiento, en 1865, en el Salón del Recreo de la calle Tarifa de Sevilla llegó a cantar con Silverio Franconetti, quien se dice que le ponía un coche de caballos a su disposición para llevarlo y traerlo de Alcalá a Sevilla (según el poeta y articulista Manuel Álvarez López). Pero para mí, el dato que merece mayor consideración respecto a la importancia o influencia de sus cantes es que Joaquín el de la Paula se refería mucho a Juraco, según cuenta Antonio Mairena."
Sigo con Manuel Ríos Ruiz:
"Falleció víctima de la tuberculosis, consecuencia de las enfermedades que contrajo en Cuba, lamentablemente cuando iba a grabar un disco.”
(Manuel Ríos Ruiz, dbe.rah.es)
De nuevo paso a la poco profesional biografía de Wikipedia, que parece dictada sobre recuerdos del autor y leyendas urbanas acerca del cantaor: “A este respecto, son conocidos los viajes de los señores de la época a la cueva del Paula para contratarle en las fiestas que se celebraban en ese lugar mítico alcalareño de lo jondo que fue la Venta de Platilla, un lugar que también frecuentaban grandes maestros del cante como eran Manuel Torre, Manuel Vallejo, su sobrino Juan Talega o Antonio "El Sevillano", así como toreros famosos como Juan Belmonte, Curro Puya o Chicuelo.
Otro aspecto importante en el que destacaba Joaquín era el de letrista, no solo de los cantes que él interpretaba, sino también para otras figuras del momento que llegaban a su cueva para pedirle letras para ellos; entre otros, Tomás Pavón y los citados Manuel Vallejo y Manuel Torre.
Joaquín nunca quiso grabar discos, pues decía que si se compraban sus grabaciones ya no irían a buscarlo a su cueva para oírle cantar. No obstante, y después de mucho insistir sus hijos, accedió a ello, dándose la coincidencia de que murió el mismo día en que le llegaron los billetes de tren con los que se marcharía a Barcelona a grabar” (Wikipedia)
O sea que sí pudo haberla escrito él pero eso, que era letrista, lo dicen en Wikipedia y no en el documentadísimo perfil que le dedica Manuel Ríos Ruiz.
Encuentro esta anécdota acerca del abuso laboral que sufrían estos cantaores puros, depositarios de una pena ancestral que por lo visto seguía alimentándose por la miseria: “Se cuenta que, en una de esas fiestas, después de llevarse Joaquín más de tres horas cantando para un señor, le pidió que le diera algo para llevar a su casa. Pero el señor que era catalán en asuntos monetarios le dijo que ya estaba pagado con lo que se había comido y bebido. Joaquín se levantó y antes de irse se dirigió al generoso y le espetó -Permita un divé que la próxima vez que te canten sean los curas-.”
‘Un día antes de su muerte (ocurrida en 1933), su sobrino Juan Talega le escucharía sus últimos cantes por solea en una taberna alcalareña. Sus hijos tuvieron que recurrir a un amigo de la familia y persona importante en el pueblo, Agustín Alcalá y Henke para que sufragaran los gastos del sepelio, donando el Ayuntamiento "la sopera" que era como se conocía allí al carro los muertos, por su semejante forma. La transmisión oral nos ha dejado parte de su legado por mediación de sus sobrinos, pero por mucho que lo escucharan, un artista siempre le imprimirá su sello propio, su impronta y sus tesituras vocales, por muy fieles que fueran sus interpretaciones nunca serían exactas. Por lo que el cante de Tío Joaquín el de la Paula quedará para siempre como uno de los muchos enigmas del flamenco.”
(http://soniosnegros1970.blogspot.com/2018/07/joaquin-el-de-la-paula-patriarca-de-una.html?m=1)
Este blog no refiere fuentes. También sostiene que era letrista. Gonzalo Rojo, en diariosur.es, lo sostiene también y cuenta más cosas: “El 10 de junio de 1933, en la sevillana localidad de Alcalá de Guadaíra, falleció Joaquín Fernández Franco, un gitano bueno, afable, cariñoso, simpático, lleno de humanidad y siempre muerto de frío, conocido en el mundo del flamenco, conforme al matriarcado gitano, como Joaquín el de la Paula.
Junto a su hermano Agustín paró la soleá que se cantaba en Alcalá y la estructuró para ser cantada y que no estuviese supeditada al baile. (...) se dedicó también a reorganizar las tradicionales comparsas de carnaval, cuyas letras, como muchos de sus cantes creaba. En muchas ocasiones cantó Joaquín junto a Manuel Torre, Tomás Pavón y Niña de los Peines.”
Al respecto de la ambigüedad de las fuentes acerca de si era o no letrista encuentro en el blog http://mibri-alcalaflamenca.blogspot.com/2013/01/joaquin-el-de-la-paula-era-analfabeto.html?m=1 un auténtico ensayo al respecto.
Apunto esto:
“Otro alcalareño de su tiempo, José María Gutierrez Ballesteros, el Conde de Colombí, publicó en un artículo lo siguiente:
"Joaquín era el autor de sus coplas y música, aunque se conocía que el poeta Antonio Guerra Ojeda le daba un repaso a las letras y el joven y excelente músico Rafael Fernandez Alba le ensayaba dúos al coro. Ambos querían y admiraban a Joaquín, y a su vez eran muy apreciados por él.
Tema 4: “Aunque a las andas yo te vea (cantiñas del Pinini)”
Copla 9:
“Y aunque en las andas yo a ti te vea
no te tengo de dar limosna
porque tus chungas partidas
no se me borran de la memoria.”
Encuentro esta variante en una grabación de principios de la década de 1970 de Manuel Agujetas:
“Que en la senda yo te vea
yo te voy a dar la limosna
que en la senda yo te vea
porque tus sucias partidas
y no se borraban de mi memoria.”
(Canción ‘Qué desgraciadito fuiste (alegrías y cantiñas) del álbum recopilatorio “Medio siglo de cante flamenco”).
También la canta Manuel Parrilla en su álbum “Rutas del Cante Jondo” (1973).
Seguramente el que la sacó del olvido fue, nuevamente, Antonio Mairena. Incluye esta copla en su tema “NO LE QUITES LOS HILVANES (Cantiñas)” de su LP “Cantes de Antonio Mairena”, editado en 1958. Contexto en el que sale de este disco: “este le seguirán varios discos en la casa Columbia, entre los que cabría destacar Cantes de Antonio Mairena, de 1958, que le ponen al alcance de un gran conjunto de aficionados que mantiene viva la llama del cante viejo.
Pero, como señalan los estudiosos, lo que realmente gustaba a la mayor parte del público, lo auténticamente popular, era la copla, el cante de Marchena, Caracol, Valderrama y las sevillanas, algo ligero sin tanta profundidad como el Cante Jondo, que no requería conocimiento, sin tanto sentimiento ni elaboración, pero fácil de entender, asimilable por la mayor parte de un público poco entendido. El cante jondo sigue siendo un cante de minorías, muy diferentes a las de sus orígenes, pero minorías al fin y al cabo” (https://mayrena.com/antoniomairena/AntonioMairena.htm).
De la familia de los Pinini he hablado en la Copla 5. Ahora toca hablar del patriarca de esta familia lebrijana: Fernando Peña Soto, nacido en 1863. Dice Wikipedia: “Carnicero de profesión, es conocido por su característico estilo, que imprimió en una particular forma de cantar por alegrías y cantiñas. Aunque nunca se dedicó profesionalmente a la música, es un personaje muy reconocido en los círculos especializados. El Pinini tuvo nueve hijos, y algunos de sus nietos, como Fernanda de Utrera y Bernarda de Utrera, Bastián Bacán, el tío Benito o Pepa de Utrera, se han consolidado como personajes históricos del flamenco”.
https://sites.google.com/flamencodemarchena.org/rinconflamenco/pinini-forjador-de-canti%C3%B1as: “Pinini fue un personaje casi mítico, del que tenemos muchas lagunas de su vida. Apenas cumplidos los 8 años la familia se trasladó a Utrera porque su padre era carnicero. Con esos rancios apellidos gitanos, seguramente, muchos de sus antepasados tuvieron que lidiar no solo en las tareas más difíciles de la vida sino que también debieron echar mano de los cantes.
Ofició de matarife por los mataderos de Cádiz, donde seguramente tuvo contacto con los cantes de Enrique el Mellizo y Curro Durse, ambos también dedicados al oficio de la matanza y, allí, con toda seguridad, se impregnó de los cantes de la tacita de plata para después hacer sus versiones y desparramarlas por los caminos de Lebrija y Utrera. Entre tratos, matanzas y su afición al vino (los matarifes, de aquellos difíciles años, entraban al tajo a las 3 de la mañana y a las 10 ya se habían tomado un litro de vino para poder soportar aquel trabajo), le llevaban a continuas ‘juergas’ (como testimoniara su hija Fernanda Peña).
Sin embargo, fue un gran cantaor, un enorme artista – no profesional –, que creo unos estilos muy personales de hacer las alegrías y cantiñas; cantes tan singulares que fueron confinados y, mucho más tarde, exteriorizados y grabados por otros miembros de este gran clan gitano.
Fernando Peña Soto “Popá Pinini” como le conocía la comarca triangular de Sevilla-Utrera-Cádiz, se casó con Josefa Vargas Torres – prima de Antonia la “Gamba”, (mujer de Manuel Torre) – con la que tuvo nueve hijos; la mayoría de ellos grandes conocedores e intérpretes de flamenco, tanto en el cante, el baile o la guitarra, aunque ninguno lo fue profesionalmente. Sin embargo, muchos de ellos, engendraron a la tercera generación, la cuarta… y las que vendrían a continuación…, que han dado lugar a una de las sagas de artistas más prestigiosas y prolíficas en la historia de este singular arte.”
Así que los gaditanos Enrique el Mellizo y Curro Durse pudieron ser sus maestros. Más arriba cuento que estos cantaores eran familia de Manolo Caracol.